El naval asturiano seguirá este año a toda máquina tras acaparar en 2017 más de la mitad de los contratos de construcción de barcos firmados en España. Además aumenta la variedad de los buques -con una recuperación de los pesqueros- y la procedencia de los clientes.
Durante el pasado año los astilleros del Principado firmaron acuerdos para la construcción de 21 barcos, lo que equivale al 55% del total de nuevos contratos en el sector en España, según los datos del Ministerio de Economía. El resto de los contratos se los reparten los astilleros gallegos (once) y vascos (seis). Armón cerró 18 contratos, 16 para el astillero de Navia y dos para el de Gijón, y Gondán tres para el astillero de Castropol.
Durante los últimos años los constructores asturianos se centraron en la fabricación de barcos de servicios para puertos (principalmente remolcadores) y de apoyo a actividades en alta mar ("offshore") y dentro de esas tipologías se encuentran más de la mitad de los nuevos barcos. Armón cerró acuerdos para la construcción de hasta ocho remolcadores para los puertos de Argelia y firmó contratos con puertos de Marruecos y Camerún. Gondán también construirá un remolcador rompehielos con propulsión híbrida para un puerto de Suecia y los otros dos contratos que cerró en 2017 fueron de barcos de apoyo a parques eólicos marinos.
Al mismo tiempo se ha producido un resurgir de la demanda de pesqueros vinculada a la renovación de las flotas -paralizado durante la crisis-, al aumento del consumo de pescado y a los bajos tipos de interés. La patronal Pymar ya había detectado esa tendencia a nivel nacional el pasado año y los contratos firmados por los astilleros asturianos lo confirman. En 2017 Armón firmó seis contratos de barcos pesqueros, tres con compañías españolas (la vasca Albacora, la canaria Friomar y la gallega Abrela) y tres con compañías de Francia e Islandia.
Junto con barcos de servicios y de pesca, Armón también cerró contratos de barcos de transporte de viajeros con la Naviera Mar de Ons, que realiza viajes a las islas gallegas, y la belga Dab Vloot.
También aumenta la variedad de los clientes. Se mantiene una mayoría extranjera (Argelia, Camerún, Marruecos, Francia, Bélgica, Islandia, Noruega y Suecia), pero repunta la demanda nacional, con cuatro buques.