EDP anunció ayer un nuevo cierre de instalaciones de generación eléctrica con carbón en Asturias que se podría sumar al de la central de Iberdrola en Lada. La compañía clausurará en 2020 uno de los dos grupos de la central térmica de Aboño, el que carece de sistemas de desfulfuración y desnitrificación. Eso sí, EDP se replanteará la medida si hubiera un cambio de regulación que incluyera subastas de capacidad que retribuyeran a las centrales de carbón por su papel de repaldo en el sistema eléctrico, una especie de incentivo alternativo al decreto para evitar el cierre de las centrales que defiende el ministro de Energía, Álvaro Nadal.

El presidente de EDP, Antonio Mexia, aseguró ayer en Lisboa que la compañía energética está en "el pelotón de cabeza" de la descarbonización, pero añadió que esa transición "se debe gestionar de forma equilibrada", por lo que apostó por mecanismos de regulación que garanticen un proceso ordenado.

El consejero delegado de EDP España, Miguel Stilwell, destacó que el carbón "es importante" para la compañía y puso como ejemplo las inversiones de 200 millones de euros que se han llevado a cabo en los últimos años en Asturias para instalar desnitrificadoras en las centrales de Aboño II y Soto de Ribera III para prolongar su vida hasta 2030. Sin embargo, Stilwell confirmó ayer que su otro grupo de carbón en Asturias, Aboño I, cerrará en 2020, ya que no se invertirán en las mejoras medioambientales que exige la UE. No obstante, añadió que la compañía aún podría reconsiderar la decisión si el Gobierno estableciera un incentivo para resolver la pérdida de rentabilidad de las instalaciones, "una subasta" en el que se retribuiría a las térmicas por su función de respaldo. Si se creara ese mecanismo, "aún estaríamos a tiempo de invertir en las plantas de desulfuración y desnitrificación que precisa Aboño I", señaló Stilwell a preguntas de LA NUEVA ESPAÑA".

EDP presentó ayer en Lisboa unos resultados de 2017 de 919 millones de euros, un 8% menos que el pasado año por "una una conjunción de factores", señaló Mexia . Entre los positivos destacó el crecimiento en el área de renovables y entre los negativos una menor generación hídrica por la sequía y cambios regulatorios. En España EDP obtuvo un resultado bruto de 1.100 millones de euros, un 154% más que el pasado año por las plusvalías de la venta del distribuidor de gas Naturcorp. Sin esa venta, el EBITDA habría descendido un 17%. Además EDP ha realizado unas provisiones de 42 millones de euros por efectos de los recortes previstos en distribución en España y prevé en el país una inversión de 150 millones de euros para desarrollar 100 MW de eólica.

Sobre la posibilidad de una fusión de EDP y Gas Natural Fenosa, Mexia señaló que "son los accionistas son los que deciden" y que nada cambia con la salida de Repsol de la compañía española.