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La "jungla" tributaria de las autonomías: 732 variaciones en tipos y en beneficios fiscales

Los fiscalistas alertan de la "exagerada" creación de normas y de impuestos que a veces ni cubren los gastos de recaudación

La "jungla" tributaria de las autonomías: 732 variaciones en tipos y en beneficios fiscales

Las comunidades autónomas "han exagerado" en la utilización de su capacidad para legislar en materia tributaria, modificando los impuestos cedidos por el Estado o creando otros, según el diagnóstico de los fiscalistas. Lo que estos mismos profesionales suelen llamar "la jungla" autonómica está formada, sólo en territorio común (sin contar las regulaciones forales vascas y navarras), por 732 cambios normativos en tipos impositivos, reducciones, deducciones o bonificaciones fiscales, y comprende también gravámenes propios cuya recaudación en ocasiones no alcanza para cubrir los gastos que supone gestionarlos.

El Colegio de Economistas de Asturias y el Registros de Economistas y Asesores Fiscales (REAF) presentaron ayer, en Oviedo, los pormenores del estudio "Panorama de la fiscalidad autonómica", informe anual que se ha convertido en una referencia para conocer los entresijos de la política tributaria de las regiones españolas y su repercusión en los ciudadanos. La forma en que las autonomías han ejercicio en los últimos quince años (a partir de la reforma del sistema de financiación autonómica de 2002) ha generado tal abundancia de variantes normativas en los impuestos que complica mucho tanto su conocimiento como su control, remarcan los expertos. Asturias ha participado de esa tendencia y, aunque no está entre las autonomías más prolíficas en cambios tributarios, los fiscalistas han identificado 45, incluida la creación de siete impuestos propios (frente a los 18 de Cataluña).

En los siguientes puntos se comentan algunos de los impactos del ímpetu legislativo de las regiones en materia tributaria.

Deducciones para unos pocos. Las regiones tienen capacidad para modificar el tramo autonómicos de la tarifa del IRPF y para establecer deducciones distintas a las de ámbito estatal. Sin contar los cambios en las tarifas, existen "220 especialidades" autonómicas en el impuesto de la renta, subrayaron ayer Miguel de la Fuente, decano de los economistas asturianos, y Jesús Sanmartín, presidente nacional del REAF. "En muchos casos, las deducciones afectan a muy pocos contribuyentes o su cuantía es muy limitada", expone el informe presentado ayer. Algunos datos sobre Asturias: las catorce deducciones autonómicas del Principado llegan en total al 4,7% de los contribuyentes y la mitad de ellas tienen menos de cien beneficiarios cada una.

Competencia a la baja. Las autonomías han competido "a la baja" sobre todo en el impuesto de sucesiones, el que presenta las mayores diferencias de unas regiones a otras, ahora sobre todo en el caso de las herencias de cuantía elevada. Por un legado de 800.000 euros, un hijo paga más de 100.000 en Asturias y nada en Andalucía, por ejemplo. Sanmartín expuso que, ante la cercana reforma de la financiación autonómica, la organización de fiscalistas es partidaria de "armonizar" el impuesto estableciendo un nivel mínimo obligatorio de tributación en toda España y dando capacidad a las regiones para subirlo.

Los impuestos propios. Las autonomías de régimen común han creado hasta 82 impuestos propios que, sin embargo, aportan sólo el 2,2% de la recaudación. Incluso, "se regulan impuestos que no se aplican", subrayan el estudio del REAF. También en este caso caben ejemplos de Asturias: el impuesto sobre fincas o explotaciones agrarias infrautilizadas, creado en 1989 y que nunca llegó a cobrarse, y el tributo sobre los depósitos bancarios, invalidado desde 2015.

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