El grupo dos de la central térmica de Aboño (Gijón), propiedad de EDP, ha vuelto a la actividad y a generar energía tras la parada realizada en la instalaciones entre el 21 de enero y el 6 de marzo para incorporar mejoras ambientales y modernizar equipos y aumentar la flexibilidad de la instalación. La inversión ascendió a 10 millones de euros. Entre otras medidas, la compañía instaló un nuevo conjunto de rotor y estátor, que permite producir la misma energía utilizando un 4% menos de carbón. Otra de las modificaciones fue incorporar los arranques del grupo con gas natural, lo que ha eliminado totalmente el fueloil como combustible. Para ello se sustituyó una parte de los quemadores de la caldera y también se construyó un gasoducto de más de 300 metros. Los trabajos han implicado a 300 trabajadores de 20 empresas, principalmente asturianas.