Duro Felguera prevé declarar unas pérdidas con cargo a 2017 de más de 202 millones. La pasada semana dio a conocer que hará un ajuste patrimonial y dotaciones de 190 millones por desviaciones de costes en tres proyectos, la deuda en Venezuela, litigios por contratos, deterioro de activos e impuestos diferidos. A las pérdidas también contribuyó el coste del cierre de la filial Tedesa. Todas las líneas de negocio darán un resultado operativo (ebitda) negativo, según las previsiones, salvo en servicios.
El elevado desequilibrio patrimonial en el que incurrirá la sociedad se pretende corregirlo con la ampliación de capital que se quiere ejecutar por 100 a 125 millones, y que es una condición también exigida por la banca acreedora para acceder a una condonación del 73,4% de la deuda bancaria del grupo (que se situará en 85 millones), otorgar a la sociedad una línea de liquidez por 25 millones y aportar avales por 100 millones para que puerda aspirar a nuevos contratos.
La declaración de pérdidas que se someterá al consejo de administración por un importe superior a 202 millones, tras el afloramiento de riesgos potenciales, se realiza a su vez como un ejercicio de clarificación de la situación patrimonial que contribuya a generar confianza en los posibles inversores que pudieran participar en la ampliación y con los que prosiguen los contactos.
La compañía sigue peleando por su supervivencia. En 2017 contrató obra, pese a las extremas dificultades, y continua haciendo ofertas, aunque la cartera mengua. Tras la venta de activos inmobiliarios en Madrid, prosigue las conversaciones para vender sus filiales DF Rail y Núcleo. Ayer subió en Bolsa el 6,7% y llegó a remontar el 13,7%.
