La asamblea del SOMA acordó en la noche de ayer, por unanimidad, iniciar el proceso de desvinculación de la UGT, sindicato en el que estaba integrado desde hace 107 años. "No hay vuelta atrás, no se han respetado ni nuestra historia ni nuestros valores", señaló José Luis Alperi, líder del SOMA, que afirmó que la dirección confederal encabezada por el asturiano Pepe Álvarez "nos ha invitado a salir" con su propuesta de integración en la nueva Federación de Industria (UGT-FICA), en la que no se recogían las principales demandas del sindicato minero y se mantenía la preponderancia de la antigua federación del metal (MCA), que tenía más afiliados.

"La fusión debería haberse abordado desde el consenso y el respeto y no desde la imposición", insistió ayer Alperi tras la celebración de la asamblea del SOMA, en la que tras 33 intervenciones de afiliados que llenaron el salón de actos de la Casa del Pueblo se acordó rechazar la propuesta confederal de integración en UGT-FICA. Incluía una vicesecretaría general para el SOMA, bajo la que se incluirían los sectores que antiguamente estaban bajo el paraguas del SOMA-FITAG-UGT hasta que el pasado 10 de noviembre se constituyó con la presencia de los delegados de MCA y la ausencia voluntaria de los del SOMA la nueva UGT-FICA.

Tras rechazar la propuesta confederal de integración, que había sido fruto de la mediación de Pepe Álvarez, la asamblea del SOMA aprobó ayer por unanimidad una resolución por la que se acuerda "iniciar el proceso de desvinculación de UGT", para lo cual se mandata a la junta administradora del hasta ahora SOMA-UGT para que "acometa las actuaciones necesarias para, en el plazo máximo de tres meses, celebrar un congreso sobre la representación y afiliación actual que ostenta la estructura comarcal y secciones sindicales constituidas a la fecha, donde presentarán una ponencia base y unos estatutos modificados y adaptados a la realidad actual de una organización multisectorial, multidisciplinar, nacional y con vocación internacionalista". Es el esbozo de un nuevo sindicato, a partir del SOMA, que pretende ir más allá del sector minero. "En la asamblea había gente de la minería, pero también de otros sectores como el energético o el químico", destacó José Luis Alperi, que añadió que el proceso de desvinculación con la UGT "es como un divorcio, puede ser amistoso o no". La resolución aprobada ayer por la asamblea destaca que el SOMA es una organización con personalidad jurídica propia y plena capacidad de obrar "que ejercitará los derechos que le otorga la ley orgánica de Libertad Sindical en toda su extensión".

La propuesta de integración en FICA-UGT que rechazó la asamblea y que, según Alperi, "es una invitación a salir de UGT" incluía la cesión al SOMA de una vicesecretaría general que se encargaría de la coordinación de los sectores minero, energético, químico, textil, de artes gráficas y de alimentación, bebidas y tabacos. Además los representantes del sindicato minero ocuparían dos secretarías, una nueva de técnicos y cuadros, y la de administración, dentro de la cual se crearía otra secretaría de gestión del plan general contable que estaría ocupada por un miembro procedente de la antigua MCA. De los once miembros de UGT-FICA Asturias en el comité federal, cuatro serían para el SOMA; de los 31 de la unión regional, doce serían para el SOMA, y de los ocho de la comisión económica, tres serían del sindicato minero. La propuesta incluía que la sede institucional y jurídica de UGT-FICA siguiera en Oviedo, pero que se complementara con la actual sede de Sama, en Langreo, que albergaría los sectores que quedarían bajo el control de la vicesecretaría del SOMA. Y con respecto al logo de la nueva federación, figuraría "UGT-FICA Industria, Construcción y Agro Asturias" y se incluiría en letra más pequeña "SOMA".

En la propuesta que el SOMA había presentado en diciembre, la federación pasaba a llamarse FICA-SOMA, parte de la estructura de la ejecutiva estaría en Sama y ninguna persona de los órganos de dirección tendría sueldo abonado por la federación.