"Ha sido como una puñalada trapera, porque los trabajadores hemos luchado mucho por esta empresa". La reflexión la hacía ayer la presidenta del comité de empresa de Duro Felguera, Rosa Esteban, unas horas después de que la compañía comunicara que tiene la intención de poner en marcha un expediente de regulación de empleo (ERE) con despidos en las plantillas de la sociedad matriz del grupo en Gijón y Madrid. A los empleados de la centenaria ingeniería les ha molestado tanto las formas del anuncio -el ajuste se comunicó una hora antes de que los trabajadores se fueran de vacaciones de Semana Santa- como el fondo. "Hay mil y una medidas que se podían haber tomar antes que ésta", señala Esteban. "Empezando por meter mano a los desorbitados sueldos" de directivos y mandos intermedios, denuncia el secretario general de la Federación de Industria de CC OO, Damián Manzano.

Este sindicato tiene una posición hegemónica en el comité, con lo que su postura será clave en el devenir de la negociación del ERE. El caso es que Duro Felguera continúa con su vía crucis y busca soluciones inmediatas para tratar de salir a flote. "Sabíamos que habría que hacer más esfuerzos, pero no nos esperábamos esto", dice Rosa Esteban. La postura del comité es clara. Se opondrá a cualquier despido que se ponga sobre la mesa. La plantilla de Duro ronda actualmente los 1.800 empleos, aunque el ajuste se centraría en la sociedad matriz del grupo Duro Felguera S. A., que tiene un centro de trabajo en el Parque Tecnológico de Gijón, donde emplea a unas 470 personas y a la sede de Madrid, donde trabajan unas 120. El ajuste no alcanza en principio a los talleres de fabricación (el Tallerón de Gijón y Felguera Raíl en Mieres) ni al personal adscrito a la actividad en el extranjero.

"Esperemos que en Asturias tenga el menor efecto posible. La plantilla está destrozada, cuando se anunció que iban a hacer el ERE había gente llorando", relata la presidenta del comité de empresa. Los trabajadores aseguran que llevan años haciendo esfuerzos y con los salarios congelados para sacar a la empresa del bache, remarca la representación sindical.

Damián Manzano explicó que se hará lo posible para parar esta regulación. "No es normal que la primera medida que se presente sea ésta, cuando aún se tiene sin cerrar ni siquiera la negociación con los bancos sobre la deuda del grupo", apuntó el sindicalista. Y pidió a la compañía que actúe primero sobre la "sobredimensionada estructura" de directivos y mandos intermedios.