Los expertos defienden la continuidad de las subastas de interrumpibilidad, vitales para la gran industria asturiana, pero señalan que se debe reforzar su carácter competitivo. Además proponen sacar de la tarifa eléctrica la financiación de los sobrecostes de las renovables y repartirla entre todas las energías finales (electricidad, gas natural y derivados del petróleo). También sugiere que todos los vectores energéticos financien las infraestructuras necesarias para satisfacer el consumo energético (redes, en los casos de electricidad y gas, e infraestructuras viarias, en el caso de la gasolina y el gasóleo A).

El informe contempla la puesta en marcha de mecanismos de capacidad destinados a garantizar a las centrales eléctricas la recuperación de sus costes fijos y la posibilidad de hibernar centrales "que, pudiendo ser hoy redundantes, podrían ser necesarias en pocos años, cuando se recupere la demanda de electricidad". La comisión apunta también a una revisión de los peajes de acceso "para evitar que la electricidad siga siendo artificialmente cara" respecto de otras fuentes y sea posible avanzar hacia la electrificación de la economía y con ella, hacia una mayor penetración de las renovables más eficientes.