La junta general de accionistas de la compañía energética portuguesa EDP (dueña en Asturias de la antigua Hidroeléctrica del Cantabrico, ahora EDP España) reeligió ayer en Lisboa a Antonio Mexia como presidente ejecutivo de la multinacional para un quinto mandato de tres años, que expirará en 2020, con lo que acumulará catorce ejercicios en el cargo.

El exministro Mexia, que tuvo el respaldo del 99,7% del capital presente y representado, fue propuesto para la renovación por los principales accionistas, en particular del grupo estatal chino CTG, dueño del 23,27%. Su ratificación se produce en un contexto de discrepancias entre la empresa y el Gobierno luso.

La asamblea accionarial renovó como miembros del consejo ejecutivo, y con el mismo respaldo que Mexia, a los directivos João Manso Neto, Miguel Stilwell, António Martins da Cruz, João Marques da Cruz, Miguel Setas y Rui Teixeira, y ratificó la propuesta de incorporación por vez primera de dos mujeres: Vera Pinto Pereira, economista y hasta ahora dirigente de la cadena de televisión Fox para Portugal y España, y Teresa Pereira, responsable jurídica de EDP. Con ambas incorporaciones y la baja de Nuno Alves, el consejo pasa de 8 a 9 miembros.

El denominado consejo de supervisión (un órgano de fiscalización) pasará a ser presidido por el exministro luso de Asuntos Exteriores Luis Amado. El hasta ahora presidente, el exministro de Finanzas Eduardo Catroga, seguirá formando parte del órgano a propuesta de CTG. También fue reelegido en el consejo de supervisión el empresario asturiano y accionista de EDP Fernando Masaveu Herrero.