El presidente de Caixa Bank, Jordi Gual, defendió ayer ante los accionistas de la entidad que trasladar la sede social y fiscal a Valencia fue "la mejor decisión posible" que pudo tomar el banco para defender los intereses de la plantilla, los accionistas y los clientes ante la crisis política en Cataluña.

Caixa Bank celebró en la capital valenciana su primera junta ordinaria de accionistas fuera de Cataluña y durante su intervención Jordi Gual señaló que la entidad aspira a convertirse en un referente europeo en rentabilidad y banca socialmente responsable con su nuevo Plan Estratégico 2019-2021 y que "la evolución financiera y del negocio se ha traducido en un muy buen comportamiento de la acción, con un retorno del 28%, dividendos incluidos".

El consejero delegado, Gonzalo Gortázar, afirmó que las prioridades de 2018 pasan por "seguir reforzando la vinculación con nuestros clientes, continuar liderando la transformación digital e impulsar el crecimiento del negocio en Portugal, además de reducir los activos problemáticos".