Félix Baragaño preside desde 2011 la Cámara de Comercio de Gijón, Langreo y Carreño. Es el único candidato en las elecciones camerales de este año, por lo que renovará el cargo. La Cámara gijonesa es la más saneada económicamente de las asturianas, dado que gestiona el recinto ferial Luis Adaro, donde se organiza la Feria Internacional de Muestras de Asturias.

- ¿Cuáles son sus objetivos para el nuevo mandato?

-Seguir dando estabilidad a la institución, seguir mejorando sus capacidades, prestaciones y servicios a las empresas. En cuanto al recinto ferial, tenemos como objetivo en el corto plazo duplicar el Pabellón de las Naciones y que haya un nuevo vial y acceso por el Parque Hermanos Castro.

- ¿Veremos pronto un pabellón de Oviedo en la Feria?

-Nos consta que la nueva corporación quiere seguir estando en la Feria y que ha mostrado ese interés, pero ahora mismo aún no se ha transformado en una petición concreta.

- Vuelve a estar sobre el tapete la coordinación o unificación de las tres Cámaras asturianas.

-Como empresario, no tengo ninguna duda de que una Cámara única es lo que se hubiera hecho si ahora tomáramos la decisión de crear las Cámaras. No tengo ninguna duda de pensar que ese puede ser un objetivo. Yo lo que defiendo y siempre he defendido es que en esa posible integración hay que buscar un modelo que compagine que cada una de las tres Cámaras mantenga su permeabilidad y su capacidad de ser el interlocutor en lo local y que eso sea capaz de combinarse con una única entidad interlocutora ante las administraciones asturianas, nacionales y europeas.

- ¿Eso pasaría por una unificación o por una coordinación?

-Los modelos están abiertos. Hay que seguir profundizando y buscar un modelo en el que las tres Cámaras se encuentren cómodas. Yo a priori no me atrevo a decir cuál es el mejor.

- ¿Lo que se haga será a corto o a largo plazo?

-Yo creo que en la fase en la que estamos, pensar que va a ser relativamente a corto o medio plazo es razonable. Respecto al plazo hay consenso.

- ¿Hasta qué punto el empresariado está comprometido con las Cámaras de comercio, que tienen un número mínimo de empresas cotizantes?

-Se debe a que ha pasado muy poco tiempo de la transición al nuevo modelo. Veníamos de un modelo de afiliación y cuota obligatoria en el que mucha gente se sentía incómoda, porque no conocían realmente cuál era la misión de la Cámara. Ocurría lo contrario con las empresas que sí se acercaban a las Cámaras y veían los servicios que ofrecen. Estamos al servicio de las empresas y tenemos que saber ganarnos día a día su confianza.

- Tenemos prórroga presupuestaria en Gijón, en Asturias y si nada lo remedia, la habrá en España.

-Estamos totalmente convencidos de que los presupuestos son necesarios a todos los niveles, local, autonómico y nacional. Hacemos el ruego a los partidos de que dejen sus temas partidistas de lado y hagan un esfuerzo para llegar a consensos. La política tiene que ser eso, el arte y la capacidad de llegar a acuerdos para que cada partido, defendiendo legítimamente sus ideas, en base a esas negociaciones sean capaces a introducir elementos de sus programas electorales en los presupuestos. Me cuesta entender que los partidos se hayan radicalizado hasta el punto de que no sean capaces de buscar puntos de acuerdo que favorezcan a todos.

- ¿Peor un mal presupuesto o ningún presupuesto?

-Ningún presupuesto. El concepto mal presupuesto es relativo. Al final habrá quien lo juzgue de una manera o de otra, es un concepto subjetivo. Será un presupuesto que se acerque más o menos a los programas electorales que se han presentado.

- ¿Qué opina de la petición del Gobierno de cinco votos prestados al PSOE para salvar el veto del grupo vasco por la crisis de Cataluña?

-No estamos para decir a nadie lo que tiene que hacer. Lo único que podemos es mostrar nuestra preocupación. Los empresarios lo que necesitamos y queremos es que haya presupuestos, porque generan actividad empresarial, comercial e industrial. A partir de ahí, nosotros no estamos para dar fórmulas a los partidos.

- ¿Cuál es la influencia que tendría una prórroga en la actividad económica?

-Significativa. Cuando no hay presupuestos hay multitud de inversiones y de actividades que se quedan sin hacer. En primer lugar se ralentizan; actividades que se podrían hacer desde primeros de año si estuvieran los presupuestos aprobados, ya nunca se van a hacer o se hacen a lo mejor tras el verano, después de muchas negociaciones parciales, lo cual quiere decir que se han perdido prácticamente tres cuartos del año. Sin presupuestos, las cosas que se consensúen siempre van a ir con retraso y además es muy difícil que se logren desarrollar el 100% de las inversiones previstas.

- ¿Qué asignaturas pendientes tiene el empresariado asturiano?

-En líneas generales, la empresa ha hecho un esfuerzo tremendo para superar esta crisis que ha sido brutal y que ha transformado absolutamente los mercados. Internacionalización y mejora de eficiencia en costes forman parte de ese esfuerzo tremendo y esperamos que ahora que parece que llevamos unos años de mejora de actividad, se vayan viendo reflejado esos esfuerzos en la cuenta de resultados y en un mayor volumen de empleo, que ya se va viendo año a año. Que esos empleos deriven hacia una mejora salarial, porque cuando empieza a haber escasez de profesionales de ciertas actividades, automáticamente los salarios suben, eso es pura ley de oferta y demanda. El empresario tiene que seguir avanzando en procesos de internacionalización y en crecimiento de las empresas para que tengan volumen y tamaño para poder ser más eficientes y poder acceder a más mercados. Un tema importantísimo es la formación; cada vez las empresas tenemos más falta de profesionales. Ahí el llegar a consensos tanto con la Universidad como con la Formación Profesional es absolutamente fundamental para poder continuar el desarrollo de las empresas.

- ¿La única razón para la mejora salarial es la escasez de profesionales?

-Esa es la cruda realidad, todo se mueve por oferta y demanda y el mercado del trabajo está sometido a la oferta y la demanda.

- ¿Dónde hay más falta de profesionales?

-Los puestos son cada vez tecnológicamente más desarrollados en las empresas que están avanzando, por ejemplo en el famoso 4.0. Lo que ocurre es que desgraciadamente a los operarios con una cualificación más baja cada vez les va a ser más difícil encontrar empleo y cuando lo encuentren va a ser empleo muy mal pagado. Sin embargo, las personas que sean capaces de desarrollar todos estos procesos tecnológicos que hay que desarrollar en las empresas van a estar muy cotizadas y van a tener salarios muy altos. Y de esas personas hacen falta en estos momentos miles en Asturias. Un ejemplo es Izertis, que va a duplicar en tres años el personal en Asturias. Hacen falta personas cualificadas en nuevas tecnologías, especialistas en máquina herramienta automatizada, especialistas en organización de la producción, especialistas en informática, especialistas en el big data. Todas esas son las profesiones del futuro, que la Universidad y las escuelas de FP tienen que hacer un esfuerzo para ir formando esos profesionales, que son los que el mercado está demandando y en estos momentos hay carencia de miles de ellos en Asturias, lo que incluso está impidiendo que las empresas se desarrollen por falta de profesionales.

- La UE impulsa la descarbonización. ¿Resistirse o adaptarse?

-Es un tema muy sensible en Asturias. Mucha gente vive de las térmicas y del carbón que se extrae o se importa por El Musel. Desde Asturias tenemos que hacer un doble esfuerzo en paralelo: poder alargar la vida de estas instalaciones en base a mejoras tecnológicas que minimicen las emisiones de CO2 y luego ir desarrollando tecnologías y generando energías limpias. Hay que buscar una transición razonable. La energía solar que llega a la tierra es 3.000 veces superior a la que se necesita en la tierra. Se trata de un problema tecnológico, cómo captarla de una manera barata y ponerla al servicio de la sociedad. Todavía hay mucha tecnología por desarrollar.