Protesta de los trabajadores del tren de chapa contra el ajuste que la compañía pretende llevar a cabo en el taller y que supondría la amortización de 45 puestos de trabajo. Un ajuste que la plantilla no comprende y que considera demasiado drástico. Tal es el cabreo que esta mañana las inmediaciones de este taller amanecieron llenas de cruces, como se de un cementerio se tratara, en recuerdo de cada uno de los puestos de trabajo que se podrían perder.

El plan de la multinacional entra dentro de su estrategia para mejorar la productividad de sus talleres en la región. Promete hacer inversiones en maquinaria a cambio de amortizar puestos laborales ya que asume que el trabajo estará más automatizado.

En concreto, la compañía ha planteado invertir dos millones de euros en esta instalación para salvar esta instalación que atraviesa desde hace meses por graves problemas, que incluyen una fuerte caída de sus pedidos.

Cada cruz venía acompañada con un mensaje en el que los trabajadores piden explicaciones al comité de empresa por este ajuste. Además, se instaba a todos los trabajadores de la multinacional a guardar una hora de silencio entre las nueve y las diez de la mañana de hoy mismo, y se decretaban tres días de luto por los puestos de trabajo que se pueden perder.

Los sindicatos y los empresarios tienen esta mañana una reunión para seguir avanzando en el acuerdo para buscar una solución a este taller.