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Las rentas altas pagan más IRPF en Asturias que en Alemania

El tipo máximo del impuesto que se aplica en el Principado figura en una posición media-alta dentro de la UE

Las rentas altas pagan más IRPF en Asturias que en Alemania

Asturias grava las renta (aplicable por encima de los 175.000 euros de base imponible). El Principado forma así parte del grupo de comunidades que sobre el papel ejercen mayor presión sobre los contribuyentes con mayores ingresos (generalmente altos directivos, empresarios o rentistas), junto a Cataluña, La Rioja, Cantabria y la Comunidad Valenciana.

Datos de un reciente informe del Registro de Economistas y Asesores Fiscales (REAF) permite también comparar el llamado tipo marginal del IRPF asturiano con los que por término medio se utilizan en la UE. Como se recoge en el gráfico adjunto, Asturias figura en una posición media-alta, por encima del promedio que se atribuye a España (45%, resultante de duplicar la tarifa estatal). El Principado tiene por debajo a Alemania (47,5%) e Italia (47,2%), y por encima a Francia (50,2%). La clasificación, fundamentada en datos de la Comisión Europea, está encabezada por países del Norte que siempre han frecuentado esas posiciones (Suecia, Dinamarca o Bélgica), pero también por otros del Sur (Portugal y Grecia) que aprobaron fuertes subidas tributarias durante la crisis y que las han mantenido al menos en parte. Cabe matizar que la comparación resulta incompleta en la medida en que no se incluyen los umbrales de renta a partir de los cuales se activan en cada país los tipos máximos.

La política tributaria de los gobiernos de la UE al gravar a los contribuyentes con más ingresos ha seguido el siguiente itinerario durante el último cuarto de siglo, resumido de manera esquemática: casi todos los países, incluidos los de mayor tradición socialdemócrata (los nórdicos), acentuaron a partir de los años 90 la tendencia a rebajar la presión fiscal sobre los más acaudalados que se había iniciado tras la crisis de los 70; así continuó hasta que, sobre todo después de 2010, a raíz del hundimiento de los ingresos públicos y bajo presión de las autoridades europeas, los estados más castigados por la Gran Recesión (España, Irlanda, Portugal y Grecia, en especial, y también Francia) elevaron el IRPF para todas las rentas; en más recientes, parte de esos países (España entre ellos) dieron marcha atrás a tales subidas siquiera parcialmente.

En 2013, un ejecutivo de élite tenía que tributar de media en España el 52% (56% en Asturias) por la parte de sus ingresos que excediera de 300.000 euros. Hoy el tipo es del 45% (48% en el Principado). La última reforma fiscal del PP redujo así en siete puntos la presión sobre ese nivel de renta, extinguiéndose el recargo extra que el Gobierno de Rajoy había establecido en 2012, al igual que ha ocurrido para la mayoría del resto de contribuyentes.

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