"Hay descontento y malestar entre los afiliados de UGT de Asturias porque la manifestación de Barcelona no es en la que UGT debería estar", afirmó ayer Javier Fernández Lanero, secretario general del sindicato en Asturias, después de que muchos afiliados mostraran su irritación y de que algunos dejaran la organización a raíz de la participación de UGT en la manifestación independentista del domingo en Barcelona. "No estamos de acuerdo con la participación en una manifestación en la que se pide la liberación de presos políticos, que no existen en España, y en la que se reclama la independencia de Cataluña", afirmó Javier Fernández Lanero, que no obstante matizó que ese "no era el fin anunciado" de la movilización, "que fue instrumentalizada".

En el otro sindicato mayoritario en Asturias, CC OO, también hay afiliados descontentos con la participación de su organización en la protesta de Barcelona y también algunas bajas. Sin embargo, la dirección regional, encabezada por José Manuel Zapico, guardó ayer silencio. "Ningún dirigente se va pronunciar sobre lo de Barcelona", señalaron desde el sindicato en Asturias.

El pasado domingo, mientras que UGT y CC OO clamaban en la calle en todas las comunidades a favor de la subida de las pensiones, en Cataluña los líderes de ambos sindicatos se sumaban a una protesta junto a formaciones independentistas que derivó en una reivindicación de la "libertad de los presos políticos", en referencia a los dirigentes que, imputados por rebelión, sedición o malversación, permanecen en prisión preventiva.

"Estamos preocupados por la situación que se ha generado con esa manifestación y hay malestar entre los afiliados de UGT de Asturias", reconoció ayer Javier Fernández Lanero, que apuntó que es normal que el sindicato defienda una solución política, rápida y dialogada para la situación de Cataluña "y ese era el fin de la manifestación, pero el problema es que se instrumentalizó, se manipuló para llevarla a otro espacio de reivindicación con el que no podemos estar de acuerdo porque en España no hay presos políticos", señaló Fernández Lanero.

No obstante, el secretario general de UGT de Asturias reconoció ayer que "era previsible" la deriva de la protesta. En la reunión del consejo de UGT de Asturias del pasado 6 de abril varios dirigentes del sindicato ya criticaron abiertamente la participación que iba a tener UGT en la manifestación de Barcelona y alertaron de las consecuencias. Se llegó a decir que la UGT de Cataluña estaba en manos de independentistas, que estaban utilizando la organización en contra del interés general de los trabajadores -porque la independencia tendría consecuencias económicas negativas para el conjunto de los españoles- y que su proceder iba en contra de los principios de solidaridad, igualdad y fraternidad del sindicato. En aquel consejo hubo voces que reclamaron un pronunciamiento público de UGT de Asturias en contra de la partipación del sindicato en la manifestación de Barcelona, pero al final únicamente se acordó trasladar "el malestar" a la dirección confederal, dirigida por el asturiano Pepe Álvarez, por vía interna.

En Cataluña también hubo voces discordantes con el apoyo de UGT a la manifestación. Sin embargo, Pepe Álvarez aseguró ayer que "en Cataluña no hay ninguna fractura" y que tampoco ha habido bajas de afiliación "significativas". El líder confederal apuntó que la UGT de Cataluña se "parece bastante" a sus ciudadanos, por lo que ante una sociedad "dividida", una organización "transversal" como este sindicato también "se expresa" así.

De todos modos, Álvarez no quiso quitar "importancia" ni "peso" a la opinión y debate generados dentro del sindicato en Cataluña a raíz del "procés" ya que "aunque sea un solo afiliado el que padezca por este tema me preocupa extraordinariamente". Y sobre el malestar en las bases del sindicato señaló que los afiliados están "más incómodos" por lo que se publica que por lo que dice la propia organización, que "ni ha participado, ni participa, ni participará" en ninguna acción bajo el criterio de que en España "hay presos políticos". "En un país democrático como el nuestro no se puede sostener que hay presos políticos", sentenció Álvarez antes de aclarar que otra cosa es "discrepar" con las decisiones judiciales, partiendo de la base de que la libertad es para el sindicato una cuestión "de primera magnitud". "La justicia no es más justicia porque se exprese con más radicalidad", argumentó Álvarez, que cree en este sentido que los políticos catalanes encarcelados a raíz del proceso soberanista podrían "estar en su casa", preparando el juicio, en vez de en prisión. Pero esta "posición" de UGT no supone calificarles de "presos políticos", insistió.

Con todo esto, Álvarez abogó por abrir un procedimiento que permita llegar a una situación de normalización en Cataluña, a partir de una mayor participación. Así, apuesta por iniciar un "camino" que lleve a un gobierno estatutario y constitucional, al que el Estado "retorne" sus competencias para gestionar los problemas de los catalanes.