Asturias se muestra en Hannover (Alemania), donde estos días se celebra la mayor feria industrial del mundo, como "La tierra verde y amable" ("The green & kind land"). También como un lugar de larga tradición fabril y que está conectado a la revolución tecnológica que está en marcha. En Hannover, donde unos años atrás nació el concepto de Industria 4.0 para los avances que se vislumbraban con la digitalización o la robótica, la región dio ayer una muestra de esa innovación "made in Asturias" haciendo a la vez un guiño a sus tradiciones: un brazo robótico, diseñado para usos industriales por una empresa asturiana emergente demostró su pericia escanciando sidra. El "culín 4.0" agradó mucho a visitantes de distintas nacionalidades en el espacio donde hoy responsables de la Administración asturiana, así como directivos de algunas de las principales multinacionales asentadas en el Principado, expondrán ante gestores de inversiones los atractivos de la comunidad para captar proyectos.

El brazo robótico de la firma Canonical, explico el consejero delegado Ignacio Secades, no está específicamente diseñado para sustituir a los escanciadores en las sidrerías. El ejercicio de ayer tiene otro significado: combinar el interés que siempre suscita la sidra con el funcionamiento de un producto de alta tecnología ideado en el Parque Tecnológico de Llanera, para llamar la atención sobre la capacidad de las empresas asturianas de formar parte de la vanguardia de la industria 4.0. La máquina de Canonical está pensada más bien para sustituir a los humanos en ciertas tareas industriales (pintura, control de productos?), con la particularidad de que puede compartir espacio físico con los trabajadores humanos sin necesidad de las barreras de protección y seguridad que generalmente son obligatorias. Se consigue, detalló el primer ejecutivo de la "star-up" asturiana, adaptando los movimientos y la fuerza ejercida por el robot a los requerimientos de las normas internacionales más exigentes.

Escaparate global

La feria de Hannover nació hace 70 años, cuando estaba en ciernes otra revolución económica en Europa que, tras la II Guerra Mundial y con la reconstrucción de fondo, terminó por alumbrar el nacimiento de la Europa unida y décadas de prosperidad. Aquel certamen es hoy el mayor escaparate global para los tecnólogos de la industria mundial y un lugar al que acuden muchos territorios con el ánimo de captar inversiones, entre ellas las de las propias empresas alemanas, que mueven cada año en torno a 80.000 millones de euros. Parte del extraordinario superávit exterior que acumula la economía germana.

En Hannover hay presencia institucional de los principales países del mundo, pero no de España. Aún preconizando en las declaraciones públicas la necesidad de apostar por un modelo económico basado en la sociedad del conocimiento, la Administración central española no tienen sitio en la Hannover Messe. Sí hay participación de las instituciones vascas y de Castilla-La Mancha, y, por primera vez, de Asturias. Isaac Pola, consejero de Empleo e Industria contextualizó el trabajo desarrollado estos días en Hannover con el intento de reforzar la promoción exterior de Asturias intensificando la búsqueda de inversores foráneos en un momento en el que los anuncios recientes de proyectos de consolidación anunciados por empresas ya establecidas en Asturias (Du Pont, Arcelor, Saint Gobain?) indican que la coyuntura actual, de recuperación económica nítida en Europa y de crecimiento en el resto del mundo, es un momento idóneo para salir a vender la marca Asturias. La propia Alemania y Gran Bretaña, así como México y otros países latinoamericanos, donde existen grupos capitalistas con raíces asturianas, son los lugares donde está puesto el foco. "Tratamos de proyectar una imagen de Asturias que combina la apuesta por la nueva tecnología y la competitividad del futuro con una gran tradición industrial, que impregna nuestra forma de ser y de trabajar y que es uno de los valores principales de la región ante los inversores", señaló Pola.