Una sociedad vinculada al empresario asturiano Rodolfo Cachero intenta hacerse con los activos de la empresa Conservas Iglesias, de O Morrazo (Pontevedra), que entró en concurso hace un año y que lleva cinco meses en proceso de disolución. Según fuentes sindicales, la oferta de Cachero es la única que se ha presentado para dar continuidad a un negocio centenario (es de 1907) y para garantizar el empleo de la plantilla, integrada por unas 70 personas.
En 2015 (último ejercicio del que se disponen de datos públicos) Conservas Iglesias facturó casi 19 millones de euros y registró números rojos de 1,5 millones. El pasado mayo se acogió a la Ley Concursal para renegociar sus deudas, pero la "pérdida de confianza" de las entidades financieras fue "decisiva" para solicitar la disolución.
En enero, el administrador contaba con al menos otra oferta, representada en este caso por el valenciano Enrique Martí. Fuentes conocedoras del proceso aseguran que la de Martí, vinculada a capital chileno, "ponía un plazo de aceptación" que ya habría expirado. Las dos ofertas incluían la subrogación de la plantilla y la compra de las naves, maquinaria y marcas de Conservas Iglesias. En el caso de Cachero, la propuesta se ha formalizado a través de una empresa a nombre de su hijo y de su mujer. A día de hoy los trabajadores -la mayoría son mujeres- no tienen atrasos en el cobro de las nóminas. A finales de 2016 el entonces responsable de la conservera, Ángel Ramón Iglesias, advirtió a la plantilla de la dificultad de continuar con la actividad ordinaria por falta de circulante. Su gestión se vio salpicada por acusaciones de fraude fiscal y tiene abierta una investigación por parte de la Agencia Tributaria.
Cachero (Villamorey, Sobrescobio, 1946), con intereses en el sector de la minería del carbón y otros, estuvo encarcelado en dos ocasiones por delitos contra la Hacienda Pública. La primera vez fue en 2001-2002 y la segunda, entre septiembre de 2017 y febrero de este año.
