La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El pacto presupuestario deja sesenta millones de euros extra a los pensionistas de la región

Los 36.000 asturianos que se jubilarán de 2019 a 2023 esquivan la rebaja de sus prestaciones y el PNV presume de haber evitado elecciones anticipadas

El pacto presupuestario deja sesenta millones de euros extra a los pensionistas de la región

El acuerdo presupuestario entre el PP y el PNV incluye medidas para las pensiones que en la práctica suponen dejar en suspenso la aplicación de los dos principales cambios en el sistema público que aprobó en solitario el partido de Mariano Rajoy en 2013: desligar la revalorización de las prestaciones del IPC y ajustar los ingresos de los nuevos jubilados a la evolución de la esperanza de vida. El Gobierno accede ahora, tras la negociación con los nacionalistas vascos, a subir la prestaciones el 1,6% en 2018, lo que inyectará unos 60 millones extra en los hogares de los pensionistas de Asturias, y a aplazar hasta 2023 una rebaja en las pensiones iniciales que estaba prevista a partir de 2019.

De esta última decisión se beneficiarán en Asturias los 36.000 asalariados y autónomos que accederán a la jubilación entre 2019 y 2022, una media de 9.000 al año, según la tendencia que sigue el número retiros en la región. Iban a ser los primeros afectados por el técnicamente llamado "factor de sostenibilidad" o "factor de equidad intergeneracional". Supone que para el cálculo de la pensión se tenga en cuenta, además de la edad, de los años de trabajo y de las bases de cotización, la variación estadística de la esperanza de vida después de los 67 años, que se revisará cada lustro.

Si crece la esperanza de vida, la cuantía inicial de la pensión se reducirá en una proporción determinada, en principio con el propósito de que dos personas de generaciones distintas y con carreras de cotización iguales reciban el mismo dinero (considerando que en teoría una va a vivir más que la otra al aumentar la esperanza de vida) . En la práctica significa una rebaja de la pensión inicial que, según distintos estudios, para el año 2019 podría moverse entre el 0,45% y cerca del 1%, teniendo en cuenta la evolución de la esperanza de vida en el período 2013-2017. Esto es, para un nuevo jubilado al que le correspondiese cobrar 1.000 euros la pensión podría quedarse en 990. Eso ya no ocurrirá desde 2019, sino a partir de 2023, si se confirma el acuerdo entre el PP y el PNV sobre el proyecto de Presupuestos Generales del Estado que se tramita en el Congreso de los Diputados.

La otra pata del referido pacto sobre pensiones supone subirlas el 1,6% este año, frente al 0,25% en vigor desde enero, para preservar el poder adquisitivo de los jubilados (se espera que la inflación media del año esté en torno al 1,5%). Se añade que para 2019 la revalorización sea igual al IPC. Al mismo tiempo se mantendrá la subida extra del 3% para las pensiones mínimas pactada por el PP y Ciudadanos y se amplía la mejora para las prestaciones de viudedad más modestas, que pasarán a ser equivalentes al 56% de la base reguladora, cuatro puntos más que ahora.

En ese nuevo escenario, la revalorización de 2019 superará 72 millones de euros para los pensionistas asturianos, unos 60 millones más que con la subida del 0,25%. Conforme al acuerdo PP-PNV, el incremento del 1,6% se pagará con carácter retroactivo desde enero, descontando ese 0,25% que ya se está abonando. Para una pensión media de jubilación (1.309 euros en Asturias este año), el incremento es de 21 euros al mes; para el caso de una prestación media de viudedad (725 euros), el 1,6% supone 11,6 euros.

Los líderes de UGT y CC OO en Asturias, Javier Fernández Lanero y José Manuel Zapico, respectivamente, afirmaron ayer que el cambio de criterio del Gobierno es fruto de las movilizaciones de los jubilados, aunque advirtieron de que el futuro de las pensiones no se arregla "con parches", sino que requiere acuerdos amplios y de mayor calado.

Compartir el artículo

stats