Con una llamada de los sindicatos minoritarios a reconquistar desde la calle los derechos laborales y sociales recortados por los últimos gobiernos, varios miles de personas (unas 4.000, según los organizadores), participaron ayer en la manifestación que cada primero de mayo celebran en Gijón los sindicatos CSI, CGT, CNT y SUATEA. El lema en esta ocasión fue "Escontra la precariedá. ¡Rebélate!"

El secretario general de CSI, Ignacio Fuster, señaló que "a ver si una vez por todas salimos a la calle y defendemos nuestros derechos después de dos reformas laborales que nos los han llevado a la precariedad y a los recortes de dos pilares básicos de la sociedad, como la sanidad y la educación", mientras que el secretario general de CGT en Asturias, Fernando Fonticiella, apuntaba que "el que manda actualmente en la política es claramente el capital. La lucha tendrá que ser en las calles". Tino Brugos, de la comisión permanente de SUATEA, por su parte, apuntó que "estamos viendo como con el tema de las pensiones, la movilización de las mujeres, se están dando condiciones para volver a recuperar las calles. La calle es la única forma de poder incidir en las decisiones que se toman en los altos despachos de la política" y Sergio Gómez, secretario general de CNT en Gijón reivindicó la jornada de ayer como de "lucha obrera", más que un día festivo.

La manifestación transcurrió sin incidentes y con los participantes coreando eslóganes a favor de las mejoras laborales y de las pensiones públicas junto a otros feministas y republicanos.

Para acabar con la precariedad, los convocantes reclamaron, en un manifiesto, la derogación de las reformas laborales; anteponer la vida de las personas al pago de una "deuda ilegítima" asumido con la modificación del artículo 135 de la Constitución; que las pensiones y salarios garanticen una vida digna; no a la privatización de los servicios públicos; que se establezcan penalizaciones por los abusos en la contratación temporal; no a las subcontratas, empresas multiservicios ni "a los centros especiales de empleo donde se explota a las personas a costa de su minusvalía" y el reparto del empleo eliminando las horas extraordinarias y reduciendo la jornada laboral manteniendo los salarios. La protesta no arrancó este año de la plaza de El Humedal, como era tradicional, sino de la Casa Sindical.

USO, por su parte, celebró su manifestación nacional en León, con miles de participantes y bajo el lema "Los salarios, la deuda pendiente".