El relevo de Ramón Montero Arjonilla en la presidencia de la patronal de la construcción CAC-Asprocon, que dimitió tras seis meses en el cargo, va a resultar "complicada y dura", según confirmaron ayer distintas fuentes consultadas. La mayoría de los integrantes de la patronal apuestan por recuperar la figura del presidente empresario y contratar a un director general que se haga cargo del día a día, abandonando la idea de buscar otro presidente de perfil profesional, como se hizo para dar el relevo a Serafín Abilio Martínez, que encabezó el sector durante 34 años. Si bien parece que en la fórmula podría haber acuerdo, el problema es quién.
Y es que la situación interna entre los cuatro subsectores que integran la patronal (contratas, promotores, industria auxiliar y subcontratas) ha sido calificada por algunas fuentes de "polvorín". También señalaron que en algunos círculos se llegó a plantear la posibilidad de ir a una presidencia rotatoria, una fórmula que ya se planteó cuando se trató la sustitución de Serafín Abilio Martínez. En aquella ocasión se descartó y no parece que pueda tampoco plantearse en serio ahora, teniendo en cuenta las tensas relaciones internas.
La cúpula de la patronal de la construcción tiene previsto reunirse mañana, jueves, para decidir los pasos a seguir. Una manera de salir del paso, según las mismas fuentes, será decidir el modelo que se va a adoptar y posiblemente establecer un calendario de actuaciones para ir avanzando sin prisa pero sin pausa.
Este sistema permitiría, por un lado, dar cierta tranquilidad a los asociados y al sector mientras se negocia la presidencia, porque en la situación actual, lo más previsible es que sea necesario convocar elecciones, siempre según las mismas fuentes. De ahí que una de las opciones, en ese marco general, pueda ser abrir un proceso de selección para designar a un director general al que se le encomendaría organizar la convocatoria de las elecciones a la presidencia "en un plazo prudencial de unos meses".
Mientras se dirime el futuro de la cúpula de la patronal, los sindicatos y los trabajadores ven cómo la negociación del convenio queda en el aire, pese a las fechas de negociación que están sobre la mesa.
