La sociedad estadounidense The Capital Group Companies, una de las tres mayores gestoras mundiales de fondos de pensiones y segundo mayor accionista de la eléctrica portuguesa EDP (dueña en Asturias de la antigua Hidroeléctrica del Cantábrico), ha reducido su posición en el capital social de la energética lusa del 12% al 9,973%, tras la venta del 16,9% de los títulos de los que era titular.

Tras esta enajenación, Capital Group persiste como segundo mayor propietario (por detrás de la estatal China Three Gorges, dueña del 23,27% y que acaba de lanzar una oferta de compra por el 100%) pero el grupo estadounidense recorta a 2,78 puntos porcentuales su superioridad sobre el tercer socio: la alianza asturiana Oppidum, integrada por Corporación Masaveu y Liberbank, y dueña del 7,19% de EDP.

La venta de acciones por Capital Group se produjo entre el 15 y el 16 de mayo, días después de que el viernes 11 trascendiera el inminente lanzamiento de una oferta pública de adquisición de acciones (opa) por China Three Gorges (CTG) sobre la totalidad de EDP, que se confirmó al día siguiente. Cuando Capital Group se deshizo de parte de su posición accionarial (martes y miércoles pasados), los títulos de EDP cotizaban en Bolsa a precios que oscilaron entre los 3,40 y los 3,44 euros por acción, por encima de los 3,26 euros que ofrece el grupo chino en su oferta de adquisición. Ayer EDP cerró en el parqué a 3,486, su valor máximo desde octubre de 2015.

Capital Group no desveló la motivación de su operación, que podría responder bien a un ajuste de cartera y a una realización de plusvalías para aprovechar el alza bursátil de EDP que se produjo por la expectativa de que el valor pueda ser objeto de más ofertas competitivas, o bien a un repliegue que podría ser parcial o el inicio de una retirada ordenada.

Norges Bank, la gestora del fondo soberano noruego, también redujo ligeramente su posición, que ha pasado a ser del 2,21%, cuando en febrero se situaba en el 2,75%.

La opa del gigante chino y su apoyo por el Gobierno portugués siguen generando controversia en la sociedad lusa. Medios de comunicación han apuntado a posibles conexiones políticas una vez que CTG contrató como asesor de su opa al despacho jurídico Linklaters, del que formó parte durante 16 años como socio el actual ministro adjunto Pedro Siza Vieira. Éste matizó que no tiene ahora ningún vínculo con Linklaters y que jamás tuvo relación profesional con CTG.