Un chalé a estrenar en una zona exclusiva de Somió o en la falda del Naranco, y lujosos pisos con vistas a la costa en Gijón y al Teatro Campoamor en Oviedo. Aunque parezca una oferta muy heterogénea, todas esas viviendas tienen una característica común: todas cuestan los 600.000 que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y su pareja, la portavoz parlamentaria por la formación morada, Irene Montero, se han gastado en una casa en la sierra madrileña, en Galapagar. El asunto ha desatado una viva polémica, incluidas tensiones dentro de Podemos y críticas a la operación de dirigentes como el secretario general en Asturias, Daniel Ripa. Iglesias y Montero han reaccionado sometiendo la continuidad en los cargos a una consulta entre los militantes.
¿Qué tipo de vivienda se puede comprar por ese dinero en Asturias? La respuesta de los agentes inmobiliarios es común: casi lo que se quiera. Existe oferta aunque en la región hay poca demanda para inmuebles de ese precio. César Nozal, presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Asturias (Asocias), tira de datos oficiales del Ministerio de Fomento, y subraya que cada trimestre se venden en la región una media de cuatro viviendas por encima de los 600.000 euros. Afinando aún más los datos, en los primeros nueve meses del año pasado las inmobiliarias regionales dieron salida a dos únicas viviendas que tenían un precio entre 600.000 y los 750.000 euros. La demanda sólo gotea.
Eso sí, los agentes inmobiliarios asturianos llaman la atención sobre la enorme diferencia de precios que hay entre el mercado madrileño y el asturiano. En la capital española el coste del metro cuadrado es muchísimo más elevado. Los profesionales subrayan incluso que el precio que ha pagado la pareja por su nueva casa no es demasiado alto para las prestaciones y el equipamiento del inmueble. Otra cosa son, aclaran, las implicaciones éticas o de coherencia política que pueda haber. Es harina de otro costal.
En la práctica, con 600.000 euros la pareja podemista podría haber comprado hasta algún edificio entero en la región. "Hablando solo de Gijón, por ese precio podrían tener un chalé nuevo en Somió o un señor piso por el centro; incluso solares enteros en los que se podrían construir siete u ocho viviendas", apuntan fuentes de la Agencia Álvarez. Eso sí, cuanto más cerca del centro, las casas de este precio suele tener menos extras. Es complicado encontrar cerca de los cogollos urbanos de Oviedo o Gijón viviendas tan bien equipadas como la que el líder de Podemos e Irene Montero van a disfrutar en la sierra de Madrid. El espacio no abunda y no podrían disponer de una piscina como la de su casa de Galapagar, ni de un edificio para los invitados. Para eso deberían buscarse algo más apartado, por ejemplo, en zonas como Muros del Nalón, Colunga o Llanes, señalan las inmobiliarias.
En Oviedo, apunta la Agencia Rodríguez, esos precios se alcanzan generalmente en zonas como el Naranco o entre los chalés que se han ido construyendo durante estos últimos años en algunos ensanches de la capital, como Montecerrao. Pero por el centro también hay algo de oferta. Rafael Rodríguez, gerente de la citada agencia, busca durante unos segundos en su ordenador y enseguida encuentra un par de ejemplos. "Son pisos grandes", advierte. "Hay uno en la calle Argüelles con vistas al Campoamor, y otro junto al Banco de España", destaca. Todos superan con creces los 150 metros cuadrados.
El coste medio de los pisos que compran los asturianos ronda los 106.000 euros, los 130.000 si la compra se realiza en Oviedo o en Gijón. "Con 600.000 euros se podrían comprar unos seis viviendas así en la región", apunta César Nozal. El agente inmobiliario también reconoce que transacciones tan elevadas son difíciles de cerrar en la región. No suele haber demasiada demanda para esas viviendas de tanto lujo y las operaciones se cuentan con los dedos de una mano cada trimestre. Muchos de los pisos y chalés de tal nivel acumulan polvo en las páginas especializadas de venta por internet, a la espera de compradores con el gusto y la capacidad económica de los Iglesias Montero.
