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La continuidad de la jubilación a los 61 años en Arcelor, en riesgo para el nuevo convenio

Los cambios introducidos por el Gobierno para endurecer el retiro mediante contrato relevo condicionarán la negociación que debe comenzar en 2018

La continuidad de la jubilación a los 61 años en Arcelor, en riesgo para el nuevo convenio

Arcelor-Mittal y los sindicatos tienen por delante unos meses muy movidos de reunión en reunión. El 31 de diciembre caduca el convenio colectivo que ambas partes firmaron hace tres años y toca volver a sentarse a negociarlo en plena discusión sobre cómo reducir la plantilla en los talleres de la multinacional con el objetivo de apretarse el cinturón y cumplir con las exigentes cifras de productividad que se piden desde la dirección del grupo. La siderúrgica está acometiendo esta remodelación en sus plantillas sin medidas traumáticas y cincelando los números tirando de la jubilación parcial con contrato relevo, que facilita que los trabajadores puedan retirarse a los 61 años. El problema es que en 2019 estará plenamente vigente una reforma que el Gobierno aprobó en 2013 y que hace más costoso para las empresas utilizar la jubilación parcial, señalaron fuentes sindicales. Es decir, ya no es tan atractivo para las compañías aligerar y rejuvenecer las plantillas mediante esta vía.

Por esa razón, el de la jubilación parcial será uno de los puntos más importantes en la discusión para sacar adelante el futuro convenio colectivo en la compañía. Aunque hay un hilo de esperanza para seguir tirando de este sistema que anticipa la jubilación. Hace unas semanas, el Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley, impulsada por el PSOE y respaldada por Unidos Podemos, Ciudadanos, ERC y PNV, en la que se insta al Gobierno a negociar con la patronal y los sindicatos una solución para potenciar el contrato relevo en lugar de penalizarlo.

Otro de los puntos importantes a tratar será el del expediente de regulación de empleo (ERE) que la multinacional tiene en marcha y cuya vigencia finaliza también el 31 de diciembre. Los sindicatos sospechan que Arcelor quiere extenderlo lo máximo posible. El caso es que la multinacional ha echado mano pocas veces de él. La última vez fue tras una avería que se produjo en el tren de chapa de Veriña (Gijón), que obligó a mandar a parte de la plantilla de esta instalación unos días para casa.

Mientras esa negociación llega, la multinacional y los sindicatos continuarán con las discusiones taller a taller para ajustarse a los niveles de productividad exigidos. De momento, la compañía ha propuesto ya la salida de 88 trabajadores (32 de ellos en el tren de chapa), pero todavía queda por hacer ajustes en un buen número de instalaciones.

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