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La factura del IBI roza los 255 millones y sube sobre todo en Oviedo, Avilés y las Cuencas

Las actualizaciones catastrales y los rastreos antifraude elevan el 28% la carga del impuesto desde 2011

La factura del IBI roza los 255 millones y sube sobre todo en Oviedo, Avilés y las Cuencas

La factura del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) de naturaleza urbana marcó en 2017 un nuevo récord en Asturias, con 254,6 millones euros, el 3,28% más que durante el año anterior. La actualización de los valores catastrales, los controles para detectar construcciones que no se declaran y las políticas fiscales de algunos ayuntamientos explican el aumento en el gravamen que mayor peso tiene en la financiación de los concejos.

El IBI urbano es el tributo cuya recaudación más ha subido en Asturias en términos relativos en siete años, incluidos todos los impuestos estatales y autonómicos. Según datos de la Dirección General del Catastro, las liquidaciones del IBI -el importe acumulado de los recibos que los ayuntamientos pasan a los propietarios- son ahora un 28% más altas (55 millones de euros más) que en 2011. Fue a partir de ese año cuando, en el contexto de la escalada del déficit público por la crisis y tras la llegada del PP al Gobierno central, el Estado y los ayuntamientos desplegaron distintas medidas que elevaron la presión fiscal del IBI en toda España: aprobación de un recargo a partir de 2012, impulso a las actualizaciones catastrales (incluida la aprobación de un procedimiento exprés) y un proceso llamado de "regularización" que ha consistido en rastrear cada municipio en busca de inmuebles o mejoras en ellos por las que no se tributaba. El IBI se convirtió así en una de las grandes herramientas del rescate financiero de las administraciones locales.

Como consecuencia de ello, la presión fiscal del tributo ha evolucionado del siguiente modo en estos años: en 2011, la factura del IBI era equivalente en Asturias al 0,879% del PIB; en 2017, fue del 1,12%. En los siguientes puntos se explican cómo han variado las liquidaciones del impuesto en los seis mayores concejos asturianos.

Oviedo. Los hogares y las empresas que son propietarias en de viviendas, plazas de garaje, locales, solares y resto de inmuebles urbanos afrontaron en 2017 el pago de 75,7 millones de IBI, 3,7 millones más (5,14%) que en el año anterior. Esa variación coincidió con la aplicación del llamado "IBI de los ricos", un tipo reforzado que el Gobierno tripartito de Wenceslao López aplicó sobre propiedades de alto valor y que los tribunales terminaron anulando por defecto de forma en la reforma de la ordenanza municipal, aunque se llegó a liquidar. Desde 2011, la carga del impuesto ha aumentado el 32% en Oviedo.

Gijón. La suma de los recibos que se pasaron a los gijoneses en 2017 se mantuvo casi estable en relación al año anterior (62,4 millones, el 0,8% más que en 2016). La factura es el 13,6% más alta que la de hace siete años.

Avilés. El concejo facturó por el IBI 17 millones el pasado año, el 5,5% más que en 2016. Desde 2011, el aumento ha sido casi del 34%.

Siero. La liquidación del IBI (10,7 millones) apenas varió en el último año. Supone 2,5 millones más que en 2011.

Mieres y Langreo. Sus datos de recaudación son casi idénticos (7,31 millones en 2017 en Langreo y 7,27 en Mieres). En ambos casos el incremento anual es del 5,8%, el más intenso de los registrados en los principales ayuntamientos, junto al de Avilés.

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