La captura y almacenamiento de carbono en el subsuelo no solo es un método viable y seguro sino que además sería una herramienta muy eficaz contra el cambio climático, ya que permitiría retener el CO2 en el subsuelo durante 10.000 años. Esta es la principal conclusión de una investigación publicada ayer en "Nature Communications", y cuyo primer autor es Juan Alcalde, investigador español de la Universidad de Aberdeen.

El dióxido de carbono (CO2) que produce la quema de los combustibles fósiles es el causante principal del efecto invernadero y, por tanto, el gas que más contribuye al cambio climático. Sin embargo, la sustitución de las energías fósiles por renovables por sí sola no es suficiente para lograr los objetivos del Acuerdo de París. "Una de esas medidas adicionales podría ser la captura de estas emisiones, porque la tecnología ya es posible y podría ser implementada a escala industrial en todo el mundo". Solo hace falta "voluntad política", explicó Alcalde, que apuntó que hasta ahora esta tecnología no se ha puesto en marcha porque había dudas sobre su seguridad, pero "este trabajo las despeja".