En Borondes (Grado), el pueblo natal del tercer presidente de El Corte Inglés, el fallecido Isidoro Álvarez, van a muerte con su sobrino, Dimas Gimeno, que acaba de ser destituido al frente del gigante de los grandes almacenes. Sorpresa y tristeza es lo que sienten los vecinos del pequeño pueblo moscón, donde la familia Álvarez tiene sus raíces. Sorpresa por el movimiento dentro de la dirección y tristeza porque para ellos, Gimeno se merecía liderar la nueva etapa de la empresa. "Isidoro lo estuvo preparando desde neno para el cargo y este movimiento que han hecho no sabemos a qué responde porque el tío lo eligió a él", comenta Rosi Fidalgo de casa "Los Troncos".

La misma tesis la defiende Benjamina Alonso, buena conocedora de la familia Álvarez. "Isidoro nunca dejaría que pasara esto", afirma tajante. "Él preparó a Dimas como a él lo preparó César Rodríguez (primer presidente), si quisiera que estuviesen ellas al frente las hubiera preparado a ellas pero no fue así", añade en referencia a las hijas de Isidoro Álvarez.

La noticia de la destitución de Dimas Gimeno al frente de El Corte Inglés corrió como la pólvora en Borondes, donde todos aprecian a los miembros de la familia, pero con la excepción de Marta y Cristina Álvarez Guil, las hijas del fallecido Isidoro Álvarez.

"Dimas viene todos los años, es una persona muy familiar y apegada a su tierra", señala Choni Martín de casa "El Canario". Desde pequeño acudió todos los veranos a Borondes, donde le recuerdan perfectamente desde crío. "Parece que lo estoy viendo debajo del hórreo jugando con las crías, todo rubio, la verdad es que Dimas es un encanto de persona", comenta Titi Menéndez de casa "El Pariente". También Rosi Fidalgo recuerda que el año pasado Gimeno le dijo a su madre, María Antonia Álvarez, tras estar paseando en solitario y sin guardaespaldas por el pueblo: "¡ésto es Borondes!". Como si nada pudiese pasar en el tranquilo y bonito pueblo de Grado.

Lo que más lamentan los vecinos de Borondes es que se pierda el vínculo de El Corte Inglés con Asturias y, más en concreto, con Borondes y Grado. "Había un vínculo, esas cosas antes se respetaban, había unos valores pero ahora ya nada, es todo el dinero y la especulación", sostiene Martín, quien es también la alcaldesa del pueblo. "Lo van a trincar todo los árabes", añade Alonso. Les apena porque consideran que la empresa siempre ha mantenido su origen español y familiar "pese a los momentos de pérdidas y crisis, en los que no echaron a empleados porque El Corte Inglés nunca fue de ambiciones, de tener más, se mantuvo como una empresa familiar y a esos niveles pocas hay", incide Martín.

Además, valoran muy positivamente la gestión de Gimeno al frente de la empresa, a la que, dicen, aportó innovación. "No hay ni punto de comparación, le dio un impulso que sólo hay que verlo en la estética de los centros comerciales", dice Menéndez. Y aseguran que El Corte Inglés "ya no será lo mismo sin Dimas".

Esperan que la crisis se solucione y Gimeno pueda recuperar el poder en la empresa. En Borondes ya le están esperando para arroparle este verano. "Estamos poniéndonos ya en lo peor, pensando que a lo mejor no pueda venir a la casa familiar de "La Bruñega" porque a ver ahora cómo queda eso, sería tremendo", dice Alonso. Están a la expectativa ya que Gimeno ha anunciado acciones judiciales para impugnar su destitución por parte del consejo. Una lucha en la que le apoyan desde la distancia y le mandan ánimos porque Dimas es uno más en Borondes.