Los coches eléctricos superaron el año pasado por primera vez la barrera del millón de kilómetros recorridos en Asturias. Poco a poco, van arrancando los "enchufables", que para muchos están llamados a ser el medio de transporte del futuro. Los datos figuran en el balance que acaba de presentar la eléctrica EDP, que durante estos últimos años ha realizado un importante esfuerzo por dotar a la región de puntos de recarga. Tiene ochenta en funcionamiento, del centenar que hay repartidos por el Principado. En ellos, los usuarios del coche eléctrico -hay algo más de trescientos en la región- cargaron en sus baterías 150.000 kilovatios de energía, lo que traducido a kilómetros potencialmente recorridos supone haber rebasado la cifra del millón. El aumento ha sido espectacular de un año para otro, ya que durante 2018 las recargas acumuladas daban para conducir solamente 215.000 kilómetros. El incrementó ha sido por tanto superior al 300%.

El punto de recarga más utilizado fue el de carga rápida que está situado en la calle Álvarez Garaya de Gijón. Los conductores cargaron allí más de 8.000 kilovatios que les dieron para hacer más de 50.000 kilómetros.

En concreto, según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles (Afac), en Asturias hay exactamente cien puntos de recarga de los considerados convencionales, a los que hay que sumar otros dieciséis de recarga rápida. Esas cifras sitúan al Principado como una de las comunidades donde esta red es más tupida. La llamada Mesa de movilidad eléctrica, que lidera la Federación Asturiana de la Energía (Faen) y en la que están representadas empresas, usuarios y el Gobierno regional, tiene entre sus principales objetivos que Asturias "cuente con un buen sistema de puntos de recarga y que esté bien estructurada por la región". Lo apunta el presidente de esa fundación, Juan Carlos Aguilera. El objetivo se ha conseguido.

"Lo que más nos interesaba desde la Mesa era lograr que hubiera una buena red de puntos de recarga rápida, que alguien que en un momento determinado se quede sin batería pueda encontrar en un radio de 50 kilómetros un punto rápido. Y eso está conseguido", dice Aguilera. El único hueco que queda está en el Suroccidente, reconoce, aunque está en vías de solucionarse.