¿Qué supone el nuevo fondo de reconstrucción propuesto por la Comisión Europea?

Es un paquete de ayudas a fondo perdido (no reembolsables) y préstamos por un valor agregado de 750.000 millones, de los que a España le corresponderían unos 140.000 millones. El fondo está destinado a reactivar la economía en la salida de la crisis asociada al covid-19. El dinero se destinará a proyectos que favorezcan el turismo, el comercio, la energía, la industria, el transporte y la construcción.

¿Cómo se financiará el plan?

Si se aprueba el diseño de la Comisión, los recursos se financiarían a través de emisiones de deuda respaldada por el Presupuesto comunitario y con vencimientos a largo plazo. Asimismo, el Ejecutivo comunitario plantea la creación de nuevos impuestos propios, entre ellos un tributo sobre las importaciones de productos cuya fabricación genere emisiones de CO2 y una "eurotasa" que gravaría a las grandes multinacionales.

¿Qué condiciones deben cumplir los países beneficiarios?

En principio, Bruselas plantea una "condicionalidad" laxa. Esto es, al contrario que en los planes de rescate de la crisis anterior, no habría una vigilancia reforzada sobre las cuentas de los países y sus políticas económicas, aunque los gobiernos sí deberían asumir compromisos para acometer reformas, como ya ocurre de manera ordinaria ahora.

¿Qué es el Fondo de Transición Justa y cómo cambia?

Es uno de los instrumentos de apoyo a los territorios que perderán empleo y actividad económica por los cierres de térmicas, minas y otras industrias asociados al compromiso europeo de eliminar las emisiones de CO2. Hasta ahora, la Comisión Europea había propuesto un fondo de 7.500 millones de euros entre 2021 y 2027, del que a España le correspondían 376 millones. El nuevo marco presupuestario que plantea Bruselas conlleva quintuplicar el tamaño de los fondos verdes, hasta los 40.000 millones, además de reforzar otros instrumentos financieros. La Comisión propone ahora 1.807 millones para España. Asturias puede ser una de las regiones españolas más beneficiadas por el reparto posterior dentro del país

¿Qué recorrido le faltan a los nuevos planes para ser aprobados?

Tanto el nuevo fondo de reconstrucción como los fondos verdes y el conjunto del nuevo marco presupuestario deben ser aprobados por el Parlamento Europeo y unánimemente por los veintisiete países en el Consejo Europeo. Ello requerirá un arduo proceso de negociación en el que el principal obstáculo pueden ser los reparos de un grupo de cuatro países del Norte (Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca), partidarios de sustituir las ayudas directas por préstamos sujetos a condiciones más estrictas.

Los planes recién presentados por la Comisión Europea para estimular la recuperación económica tras la crisis del covid-19 y también para hacer frente a la transición energética son vistos por el Gobierno asturiano y por los agentes sociales como una oportunidad que la región debe "aprovechar al máximo". Aunque tales iniciativas aún deben superar un arduo proceso político antes de su aprobación, la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) hizo ayer un llamamiento a "actuar desde ya", impulsando proyectos, para que la región "no quede rezagada" en la reconstrucción europea. El Ejecutivo regional aseguró que, en el caso del proceso de descarbonización y de las ayudas para compensar a las regiones afectadas, Asturias ya está identificando estrategias y actuaciones concretas para rentabilizar dinero que ofrecerá Bruselas.

El giro que daría la política presupuestaria de la UE en caso de que se aprueben las propuestas esbozadas el miércoles por Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión, incluye dos decisiones de gran calado que abren grandes expectativas para España y, en uno de los casos, particularmente para Asturias. Por un lado, la propuesta de un fondo de recuperación dotado con 750.000 millones asigna a España 140.000 millones entre ayudas no reembolsables y préstamos, cantidad equivalente al 11% del producto interior bruto (PIB) nacional, dinero que, según el diseño provisional, llegará en buena medida a los sectores turístico, comercial, energético, industrial y de la construcción. Al mismo tiempo, la Comisión plantea un despliegue de recursos mucho más ambicioso para ayudar a las regiones damnificadas por la transición energética (cierres de térmicas y minas de carbón). El llamado Fondo de Transición Justa ("fondo verde") pasaría de 7.500 millones a 40.000 en el periodo 2021-2027, lo que, según las primeras estimaciones, pondría a Asturias en disposición de recibir entre 500 y 800 millones de euros.

"No es un tema solo de cantidades económicas, sino que hay que estudiar en detalle los nuevos indicadores que se propongan y el reparto entre países, para ver cómo afectan a España y a Asturias", matizó ayer Belarmina Díaz, directora general de Energía y la persona del Gobierno asturiano que coordina las políticas relacionadas con la descarbonización. "Es necesario mantener la prudencia porque lo que hay sobre la mesa es una propuesta de la Comisión Europea. Seguimos pidiendo al Gobierno español y a los partidos con representación en el Parlamento Europeo que trabajen a favor de la propuesta de ampliación del Fondo de Transición Justa", añadió.

Según comentaron Belarmina Díaz y el director general de Asuntos Europeos, Javier Vila, la Administración asturiana ya trabaja "en desarrollar líneas estratégicas" y en "identificar buenos proyectos" para captar ayudas y financiación europea destinada a las regiones más afectadas por la transición energética. Vila dijo también en relación al plan de reconstrucción europea que su creación y dotación (750.000 millones, con prioridad para Italia y España, los países más castigados por el coronavirus) es "una buena noticia". No obstante, subrayó que aún se desconoce cómo se repartirá ese fondo dentro de cada Estado miembro.

La FADE instó a que la región reaccione sin demora para sacar el mayor rédito posible a los recursos que finalmente ofrezca Europa. "Es especialmente positivo para Asturias el incremento de los fondos para la transición energética justa. Sea nos abre una oportunidad ante la que no podemos quedar parados. Debemos actuar desde ahora Administración y empresas para pelear por que Asturias no se quede rezagada. No va a ser fácil, pero debemos pelearlo con todas nuestras fuerzas", afirmó Belarmino Feito, presidente de los empresarios asturianos. Y recalcó en relación al plan europeo para hacer frente a la crisis del covid-19: "Deseamos que en España esos recursos tengan como objetivo principal y prioritario la reactivación económica. Para ello es necesario que se ponga a la empresa como principal destinatario de los mismos".

"Bienvenida la mayor ambición y compromiso de la UE, porque el reto es mayúsculo, y era algo que veníamos reclamando desde el sindicato. El futuro de Europa estará en entredicho si no responde ahora a la devastación económica y social provocada por la pandemia. Con decisión, generosidad y urgencia. Los fondos deben repartirse con solidaridad y atendiendo a las personas, porque no podemos dejar a nadie atrás", señaló José Manuel Zapico, responsable de CC OO en Asturias. La región "tiene que estar a la altura del desafío", apostilló.

Javier Fernández Lanero, líder ugetista, incidió en que, sobre todo gracias a la ampliación de los llamados "fondos verdes", "a Asturias le va a llegar más dinero, recursos muy importantes para necesidades tremendamente urgentes que tenemos" en distintos sectores. Pero previno también: "Vamos a necesitar además ayudas directas a la industria, que genera empleo estable y es tractora del resto de las actividades. Nos jugaremos mucho en mucho en los próximos meses".