El producto interior bruto (PIB) de Japón se contrajo un 0,2% entre enero y marzo en comparación con el trimestre precedente, según los datos publicados este miércoles por el Ejecutivo. La economía japonesa retrocedió en el primer trimestre del año debido principalmente al estancamiento del consumo doméstico, y después de haber cerrado el último cuarto de 2021 con un avance trimestral del 0,9 %, según los datos preliminares de la Oficina del Gabinete japonés. En comparación con el primer trimestre de 2021, la tercera economía mundial creció un 0,2%.

Los datos, ajustados a la inflación, muestran que la economía nipona todavía no ha logrado recuperar su nivel prepandemia, tras haber alternado avances con retrocesos trimestrales desde inicios de 2021. La nueva contracción se atribuye al impacto de la inflación global en el consumo doméstico y en la inversión empresarial, componentes del PIB que se resintieron durante el primer tramo del año, a raíz también de las restricciones anticontagios que aún estaban vigentes en Japón para frenar la variante ómicron del coronavirus.

El gasto de los hogares, principal componente del producto interior bruto, se mantuvo plano entre enero y marzo, mientras que la inversión de capital corporativo bajó un 0,6%. La inversión estatal cayó asimismo un 3,6%, después de que el Gobierno pusiera en marcha un plan multimillonario de ayudas para la economía durante el último tramo del año anterior, y antes de otra cuantiosa de estímulos cuya aprobación está prevista en las próximas semanas.

El valor de las exportaciones, otro de los principales componentes de la economía del país, creció en un 1,1% intertrimestral gracias al repunte de la demanda global. El de las importaciones subió por su parte en un 3,4% por el encarecimiento de las materias primas y la devaluación del yen frente a otras divisas, lo que en su conjunto restó 0,4 puntos al cálculo total del PIB.