Gijón, J. E. CIMA

El Angliru es un referente mundial de llegadas ciclistas en alto de extrema dureza. Desde la primera vez que se subió, en 1999, muchas pruebas, especialmente el Giro de Italia, buscan su «Angliru» con el que asombrar al mundo. Pero para que se celebrara aquella etapa, el domingo 12 de septiembre de hace doce años, fue clave la intervención de Mariano Rajoy. Aquella mañana, un coronel de La Coruña, que mandaba en el sector de tráfico también de Asturias, al ver tanta gente en la montaña riosana y la lluvia que había caído durante la noche anterior, decidió que la carrera solamente subiese hasta el descanso de Viapará y no lo más duro del Angliru.

Hubo mucha tensión en la salida de etapa en León y algunos ciclistas y directores deportivos se frotaban las manos porque se habían opuesto a esta llegada, que finalmente no se iba a ascender.

Mariano Rajoy, entonces vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, iba a seguir la etapa en el coche del director de recorrido, el allerano Víctor Cordero, porque siempre fue un fan y entendido en ciclismo. Y esa suerte tuvo el final riosano.

En plena etapa hubo muchas conversaciones telefónicas y Rajoy, tras saber por Víctor Cordero que se podía subir en bicicleta, tomó las medidas necesarias para que los corredores pudieran llegar hasta la cima del Angliru.

La carrera fue emocionante, con triunfo de José María Jiménez «El Chaba», que en la parte final apareció entre la lluvia y las nubes para remontar en los últimos metros al fugado Pavel Tonkov, mientras que Olano se mantenía líder de la Vuelta y Escartín se retiraba por una grave caída.