El PP está dispuesto a hablar sobre una reforma constitucional, siempre que tenga un planteamiento "serio", para facilitar las negociaciones para formar Gobierno, y también a incluir en la ecuación la composición de la Mesa del Congreso.

Así lo ha avanzado el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maíllo que, no obstante, se ha mostrado cauto y ha dicho que lo primero será comprobar la disponibilidad de otros partidos para negociar, en especial la del PSOE.

De hecho, ha incidido en que la llamada que tiene previsto hacer este jueves el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, al líder socialista, Pedro Sánchez, será "una primera toma de contacto" para ver si éste quiere dialogar.

En una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, ha dejado claro que la "primera opción" del PP es "una gran coalición con el PSOE y un acuerdo con Ciudadanos", cuando se le ha preguntado si contempla un acuerdo con el PNV.

El PP, ha dicho, prefiere un "gobierno de estabilidad" como mejor opción para hacer las reformas necesarias, pero si este no es posible buscará las vías para tener un "gobierno cuanto antes": "No podemos irnos de vacaciones sin gobierno".

Para ello, ha asegurado que el PP está dispuesto a hablar de una reforma constitucional -uno de los objetivos del PSOE-, pero sólo si se les hace un "planteamiento serio", que no rompa principios básicos como la unidad de España y los derechos y libertades. "Dialogar sobre eso no va ser ningún obstáculo", ha añadido, pero no si "lo que se pretende es dar alas a un independentismo que siempre es insaciable".

Maíllo ha admitido que también puede entrar en la negociación la composición de la mesa del Congreso -"son vías de diálogo que se pueden abrir"- pero no ha querido pronunciarse en concreto sobre las opciones del presidente actual, el socialista Patxi López.

Según ha dicho, hay que ver "si se consagra la idea" de que el presidente de la Cámara tiene que ser de un partido distinto al que gobierna. Y ha aprovechado para recordar a Ciudadanos que después del 20D defendió esa tesis pero luego apoyó tanto a López como a Sánchez.