El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, considera que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, no tiene ningún argumento para justificar el bloqueo político al que está "sometiendo a la nación" y le ha advertido de que su actitud no le saldrá gratis a España.

En la reunión que ha mantenido en el Congreso con los diputados del PP, Rajoy se ha mostrado especialmente preocupado por las consecuencias que el bloqueo puede tener en la economía y ha avanzado que el Gobierno ya estudia cómo hacer frente a algunos problemas.

"Todo esto no es gratis", ha alertado antes de augurar que la situación acabará creando problemas a todos los españoles.

En este momento las cosas van "razonablemente bien" en el aspecto económico y augura que España pueda crecer un 3 por ciento en 2016, una décima más de la previsión oficial.

Sin embargo, ha avisado de que hay algunos indicadores económicos que no son tan positivos ante retos como el 'Brexit', el bajo crecimiento en Europa y la incertidumbre en España por la "actitud obstruccionista" de Sánchez.

Especialmente ha lamentado que no puedan aprobarse los presupuestos del próximo año, de los que, ha recordado, reciben prestaciones directas 14 millones de españoles.

Además, eso afectará a la oferta de empleo público, las inversiones y la financiación de los entes territoriales.

No obstante, ha explicado que el Gobierno está estudiando "todas las fórmulas jurídicas que sean posibles" para intentar minimizar el daño que cree que está provocando el líder del PSOE.

"Estamos en una situación de bloqueo provocado, con meridiana claridad, por el señor Sánchez", ha reiterado antes de insistir en que no tiene ningún sentido que mantenga esa posición y que carece de argumentos para persistir en su "obstruccionismo".

El jefe del Ejecutivo ha recordado la negativa de Sánchez a un gobierno de coalición, a cualquier tipo de acuerdo y a dejar gobernar en minoría al PP, al tiempo que es incapaz de un alternativa.

Una alternativa que cree que en el debate de investidura se demostró que, aunque aritméticamente podría ser posible, no es "viable ni razonable" porque, por ejemplo, un acuerdo PSOE-Podemos-Ciudadanos lo ve "fuera de todo sentido" y provocaría "un gobierno imposible".

Y un acuerdo del PSOE con Podemos y los nacionalistas ha señalado que va en contra del ideario de los socialistas y en contra de los votantes.

Aunque ha recalcado que es al Rey a quien le corresponde decidir si encarga un nuevo intento de investidura, a quién y cuándo, ha vuelto a reivindicar el derecho del PP a gobernar al haber ganado las elecciones con 52 escaños sobre el PSOE.

"Es lo que nos legitima más que a nadie para gobernar. Lo que queremos es gobernar y estamos dispuestos a hacerlo en cualquier momento", ha subrayado antes de explicar que tiene un programa preparado para llevarlo a la práctica y que lo mantiene tras el debate de investidura fallido.

Un debate ante el que ha explicado que parecía lógico intentarlo porque confiaba que todo el mundo actuara con responsabilidad y porque "no existía ninguna alternativa razonable" a la encabezada por él.

En su análisis de la situación ha puesto en valor el acuerdo al que llegó el PP con Ciudadanos y que ha calificado de positivo tanto por su significación como por sus contenidos.

Y ha subrayado su plena vigencia y su intención de hacerlo efectivo en los próximos cuatro años: "Este acuerdo está ahí y será el futuro el que nos diga si podemos llevarlo a cabo, como es mi deseo".

Por tanto, ha asegurado que el PP ha hecho lo que tenía que hacer y repetiría todos los pasos que ha dado desde las elecciones, entre ellos acudir a la investidura y plantear "una opción de gobierno creíble, seria y rigurosa".

Ante la hipótesis de que el PSOE espere a conocer el resultado de las elecciones gallegas y vascas ha considerado que una vez más sitúa los intereses de partido por encima de los generales.

Rajoy ha advertido a Sánchez de que con los peores resultados obtenidos por el PSOE, perdiendo votos y con una mayoría en contra en el Senado no se puede gobernar ni construir nada.