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República, obsesiones y política espectáculo

El líder de la coalición protagonizó en Oviedo una fresca sesión matinal de preguntas y respuestas en la que abordó los problemas de vivienda, paro y medio ambiente

República, obsesiones y política espectáculo

El acto matinal de Alberto Garzón en Oviedo, previo al mitin avilesino, comenzó con una escalofriante pasada de frenada: "os presento al próximo presidente del Gobierno de la República... el político que va a sacar a España de la Otan". Palabras hacia Garzón del introductor de la sesión, algo más de una hora de preguntas de un público entregado a la causa de Izquierda Unida-Unidad Popular (IU-UP). Monocolor en lo ideológico, como corresponde a un acto de campaña, pero variopinto en edades. La idea era que los jóvenes acapararan el protagonismo de las preguntas, y así fue con alguna madura excepción. El tiempo se pasó volando gracias a que Alberto Garzón mide y comunica, controla el crono y pone cortafuegos frente a la euforia mitinera y, solo en parte, las obsesiones de grupo.

Una de ellas tiene que ver con los medios de comunicación. Hasta en doce ocasiones hubo alusiones al "boicot mediático". Manuel González Orviz, número 1 al Congreso, y Raquel Agüeros, candidata en esa lista de IU-UP a la Cámara Baja, insistieron en una generalización que a los medios regionales presentes se les antoja incierta e injusta. Hay que sobreentender que cuando los candidatos hablan de "la tapia de todos los medios de comunicación" hacia IU se refieren a cadenas y cabeceras de ámbito nacional. Convendría matizarlo. Y más en Asturias.

A la matinal, pues. Alejandro Alonso, estudiante de Derecho, le preguntó a Garzón por el proceso constituyente. "Hay necesidad de construir un nuevo país -explicó el líder de la formación- porque este no nos gusta por su extrema desigualdad, miseria y pobreza. Los fallos son estructurales, aquí no valen reformas cosméticas", y citó al presidente Jefferson: "cada generación merece su propia Constitución".

Cuando la educadora social Esther Fernández le preguntó sobre medidas sociales, Garzón pintó una España en la que "cuando una persona no tenga vivienda pueda ir al juzgado y reclamarla, como un derecho exigible", y no solo porque lo diga la Carta Magna. "En España hay 770.000 familias sin ningún ingreso, por eso los servicios sociales están recargados. Proponemos un plan de emergencia social para reconstruir el país".

Sobre Cataluña: "estamos en un callejón sin salida al que nos han llevado las dos oligarquías, la española y la catalana".

Sobre la vivienda: "hay más de tres millones de viviendas vacías. La vivienda no es un bien para especular. Es preciso generar un stock de vivienda pública para ponerla en alquiler barato, nunca por encima del 20% de los ingresos del inquilino".

Sobre el paro: "proponemos un plan de trabajo garantizado que genere un millón de empleos en un año. Hay que derogar las dos reformas laborales que solo funcionaron para destrozar sindicatos y negociaciones colectivas".

Pero también se habló de Medio Ambiente ("no creemos en un capitalismo verde, vamos hacia un abismo ecológico") y de la Unión Europea ("hay que dar la vuelta a la UE, no queremos ser la mano de obra barata del mundo"). Contra "el drama" del terrorismo machista, Garzón defiende una ley integral contra la violencia de género".

María Galán, estudiante de Bachillerato, preguntó por la regeneración democrática: "Se banalizan los asuntos públicos, la política se convierte en un espectáculo y eso desacredita al sistema". Marta González, "exiliada laboral" en Francia, planteó por vídeo las dificultades para el voto desde el extranjero, Garzón recordó que "las normas las puso el PSOE, y el PP, tan contento". Y finalizó con una frase de Eduardo Galeano: "El capital es más libre que la gente". Pues sí.

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