La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El centro

Albert Rivera ha dicho que ni a uno ni a otro, ni a Rajoy ni a Sánchez, apoyará para ocupar la presidencia del Gobierno. Es consciente de que marcarse abre una fuga de votos inmediata. Y la ambigüedad hace daño a un PP que conservaría la presidencia aunque fuese en segunda vuelta por mayoría simple, porque alienta a que le voten los que quieren castigar a Rajoy sin pasarse al otro lado. La equidistancia puede ser una buena estrategia, pero no dura demasiado mucho tiempo.

Compartir el artículo

stats