La exalcaldesa de Langreo y ahora número dos al senado por el PSOE, María Fernández, transmite con su voz ilusión. Ni el cáncer de mama que le diagnosticaron el pasado 10 de abril ni la operación a la que se tuvo que someter el 5 de mayo, a las puertas de la campaña electoral, consiguieron borrarle la sonrisa. Todo lo contrario: "Me sirvió de acicate, tengo muchas ganas de seguir trabajando", asegura.
Aunque es abogada de profesión, siempre tuvo claro que su vocación era la de "servir a los demás". Y no a unos pocos, "sino a la mayoría, a todos", puntualiza. Fernández, langreana de nacimiento y con 44 años de edad, cree que su partido puede dar un vuelco a las encuestas y ganar tanto en Asturias con Adriana Lastra como en España con Pedro Sánchez. "Nosotros podemos recuperar lo que otros nos quitaron; el Estado de bienestar tiene nombres y apellidos socialistas", afirma tajante.
María Fernández hace suyo el eslogan estrella de esta campaña: "Somos el único partido que puede arbitrar un cambio". ¿Y por qué? "Porque los otros (por Ciudadanos y Podemos) venden como nuevas las ideas de siempre", contesta. Para el PP tiene de todo menos palabras bonitas: "Venimos de cuatro años con recortes en todos los ámbitos. Y nosotros estamos aquí para darle una vuelta al país y recuperar la ilusión de los ciudadanos". La abogada langreana es consciente de que el próximo domingo día 20 será clave el voto de los indecisos y hace un llamamiento para que todos los asturianos acudan a las urnas. "Estamos ante las elecciones más complejas de la historia democrática de nuestro país. Creo que nos jugamos mucho, no sólo los próximos cuatro años, sino el futuro de varias generaciones", sostiene.
La que fuera regidora de Langreo durante tres años -cogió el bastón de mando a raíz del nombramiento de Esther Díaz como consejera de Bienestar Social y Vivienda- considera que es un "honor" formar parte de la candidatura socialista al senado. "Agradezco mucho a la dirección que hayan confiado en mí y afronto esta nueva etapa con mucha ilusión. Aunque también reconozco que siento una gran responsabilidad", manifiesta.
María Fernández pone cara a la asturiana luchadora. A pesar de que sigue con su tratamiento contra el cáncer, no está dispuesta a bajarse del carro. "Nunca me fui de la política. Antes de las elecciones municipales y autonómicas estuve en el quirófano, pero como tantas otras mujeres. Ahora mismo hay muchos avances y la batalla contra la enfermedad se puede ganar. Yo ya estoy llegando al final y creo que me ha servido para ver las cosas de otra forma", razona. De hecho, sigue participando activamente en el Ayuntamiento de Langreo, donde es concejala y lidera el grupo mayoritario de la oposición. La alianza de IU y Somos la dejó fuera de la Alcaldía, pese a ser el PSOE el grupo más votado. "Sigo trabajando, pero ahora desde la oposición. A primeros de 2016 confío en poder compaginar esa labor con un bufete de abogados", confiesa. Pero antes tendrá que verse si el PSOE gana o no las elecciones. "Lo que nos mueve a todos nosotros es trabajar por lo público y a favor de todo", insiste.
