Un país "a la deriva" en manos de gobernantes que se portan "como súbditos" y se ocultan "bajo las faldas de Merkel", sin "proyecto de España", y con unos "oportunistas" que intentan alcanzar el poder financiados "por el chavismo venezolano" (por Podemos), o con recetas económicas dictadas desde Londres (por Ciudadanos). Este es el retrato que con su pico de oro legendario pintó ayer el expresidente Felipe González, en un Corredoria Arena lleno, aunque el recinto no es muy grande.

En total, según los organizadores, cerca de un millar de personas se acercó a escuchar "al mejor presidente del siglo XX en España", como lo presentó el alcalde de Oviedo, Wenceslao López, que insistió en que los socialistas son los únicos que pueden "gobernar la diversidad con el diálogo y el acuerdo, como en Oviedo y Asturias". Tras él, muy breves, hablaron el presidente regional y líder de los socialistas asturianos, Javier Fernández, y la candidata al Congreso por Asturias, Adriana Lastra. Para Fernández, es lamentable "la banalidad" de las propuestas políticas, en un momento crucial para España. "Como un sueño de Monterroso, cuando nos despertemos después del 20 de diciembre, la pobreza, el paro, el problema territorial, estarán ahí, como el dinosaurio".

Adriana Lastra insistió en que "somos el PSOE de siempre", el que ha sabido llegar al gobierno cuando la gente pedía cambio, víctimas de una "pinza" también antigua, entre la derecha "y esta izquierda que es tan vieja como la de Anguita".

Pero la gente había ido a oír a Felipe González, y todos se retiraron pronto de la tribuna para dejar que el expresidente se luciera. "Me dejáis los cinco toros", bromeó González, que tras hacer una declaración de amor a Asturias, "a la que llevo en las tripas, no sólo en el corazón", y recordar al recientemente fallecido Marcelo García, pisó el acelerador contra Podemos. "Yo huelo a los oportunistas de lejos, aunque se oculten bajo una manta", empezó. Y pidió "la libertad de los presos políticos de Venezuela, antes de la Navidad". "Yo no soy oportunista, no cambio de un día para otro, estoy donde estaba. No como ellos, que no quieren que se hable de Venezuela, y ni siquiera de Grecia, cuando hace nada decían, aguanta, Alexis".

González aseguró que el chavismo financia a Podemos. "El país más rico de América Latina tiene 14 euros de salario mínimo, no hay alimentos, no hay medicinas. Y este es el modelo en el que se inspira Podemos, ésa era su fuente de financiación, el gobierno chavista, y eso es incompatible con representar dignamente a los ciudadanos españoles". El expresidente también cargó contra la izquierda "quiere convertir España en 17 reinos de Taifas", y arremetió contra Rajoy, del que aseguró que no tiene "proyecto de país. Si le preguntas qué España quiere para los próximos diez años, sólo dirá: que no vuelva el PSOE". Para Felipe González, "España no existe en Europa ni en América Latina", porque el Gobierno ha abdicado de su soberanía y de su liderazgo. "Nosotros estábamos siempre en la sala de máquinas. No obedeciendo, diseñando lo que debía ser Europa", aseguró.

"Ni una sola ley, ni una, que haya promovido el PP en España, ha contribuido a la igualdad o a ampliar las libertades", afirmó.

Son, sin embargo, tiempos "de encrucijada", como "la que encontramos en 1982". "Hay que tomarse en serio a España y los españoles. Habría que tener miedo a cuatro años más de Rajoy, de Montoro, y Ana Mato, y Wert", insistió. Se detuvo después a analizar la educación. "Muchos de estos jóvenes (de Podemos) son hijos de las becas que impulsamos. No quiero que lo agradezcan, pero sí que lo reconozcan. Francia implantó la secundaria obligatoria en 1812. Nosotros, en 1983, con ese retraso veníamos. Encontré medio millón de universitarios, y dejé millón y medio, y 900.000 estudiando con becas", aseguró.

Y acusó al PP de haber fragmentado el país, con propuestas como la autonomía de las comunidades para fijar impuestos básicos. "Nosotros queríamos la ciudadanía de una carta de derechos y deberes común. A los tres meses de dejar el gobierno, Rato y Aznar se cargaron esa armonización fiscal, porque querían competencia entre los territorios".

Tampoco dejó Felipe González de arremeter contra Ciudadanos, aludiendo a su contrato único, "que le dictan desde Londres". "No se puede tener un contrato único para uno que recoge aceitunas y para otro que trabaja en la siderurgia. Es un disparate. No es serio". González redondeó su discurso asegurando que ante "un país a la deriva", la única fuerza seria es el PSOE. "El único que dice que las cuotas no serán suficientes para pagar las pensiones, y que será necesario recurrir a los impuestos, es Pedro Sánchez. Es el único que se toma a España en serio".

Y le hizo un ofrecimiento público: "Mi apoyo a Sánchez no es de oportunidad. Me tiene a su disposición", dejando en el aire la incógnita de si está dispuesto a volver "a la sala de máquinas".

Un guiño a Wenceslao López

El expresidente del Gobierno alabó a los "hombres de una pieza" que han forjado la historia del partido socialista. Citó a Marcelo García, pero también al alcalde de Oviedo. "Tengo a Asturias en las tripas, no sólo en el corazón. Esta tierra de tantas batallas, de tanta resistencia, de tantos Wenceslaos", dijo.