El director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, Álvaro Nadal, sintió en la noche del lunes "cierta frustración" al ver que Mariano Rajoy, en el cara a cara con Pedro Sánchez, no conseguía hablar de economía "en los términos que se debía". A Nadal le hubiera gustado que se hubiera hablado de España "como la decimocuarta economía mundial que es", como una "historia de éxito" en el último medio siglo, y que el debate económico hubiera girado sobre la competitividad, "que debería ser el eje", y no sobre la desigualdad. Todo lo que le hubiera gustado escuchar a Nadal en el cara a cara, lo pronunció ayer en un desayuno en Oviedo organizado por la asociación "Asturias punto de encuentro". Remató la charla afirmando que "las legislaturas del PP se cuentan por recuperaciones y las del PSOE por recesiones".

Ante la cúpula del PP de Asturias -encabezada por su presidenta Mercedes Fernández y la cabeza de lista al Congreso Susana López Ares- y de una representación empresarial de la región -en la que destacaba el presidente de FADE, Pedro Luis Fernández, y el presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, Fernando Fernández-Kelly- Nadal afirmó que en la presente campaña electoral sólo los populares hablan bien de España "a pesar de que en el periodo de dos generaciones ha sido uno de los países que más ha progresado". Apuntó que la capacidad de crecimiento de la economía española "depende críticamente de cuanto podamos producir y vender al resto del mundo para obtener recursos y comprar todo aquello que no sabemos hacer o nos cuesta muy caro hacerlo" y destacó que España exporta principalmente bienes de equipo, productos químicos, vehículos y sus componentes y productos agroalimentarios. "España forma parte de las grandes cadenas mundiales de valor añadido con productos intermedios o productos de capital, no con productos finales. Es de lo que vivimos y lo que nos ha permitido progresar y si fuéramos un país normal de lo que estaríamos hablando en esta campaña es de mejorar la competitividad", señaló Nadal, que lamentó que los partidos de izquierda digan "que el problema es de distribución o de reparto". El director de la Oficina Económica del Presidente señaló que hasta ahora el análisis de los socialistas no difería mucho del de los populares, "aunque otra casa era la aplicación de las ideas", pero ahora "el problema es de ideas y eso preocupa".

Las exportaciones

Nadal subrayó que las exportaciones aumentaron esta legislatura desde un 25% del PIB a casi un tercio y que cada vez más empresas se incorporan al comercio mundial. "Si no se mantiene esa tendencia no se prolongará la prosperidad porque España es una gran devoradora de importaciones y si no se es suficientemente competitivo se crea un agujero que sólo se cubre con deuda. Se genera una bola de endeudamiento que tarde o temprano acaba en crisis", aseguró Nadal, que añadió que "todas las crisis que han afectado al país han sido exactamente por ese motivo, todas tienen el mismo origen y al final la misma solución, que es poder remontar siendo competitivos y exportando". Nadal destacó que el actual Gobierno ha conseguido "reequilibrar la economía" y negó que exista una "contradicción" entre competitividad y distribución de la riqueza. "Siempre, si se mejora la competitividad, los sectores exportadores mejoran su actividad, tiran de los sectores más vinculados a la demanda interna y esto genera más empleo y con ello rentas, lo que mejora el bienestar de las familias y a su vez aumenta la recaudación pública y esto ayuda al Gobierno a bajar impuestos para mejorar la competitividad y simultáneamente apuntalar primero y mejorar después el Estado de bienestar. Todo eso en su conjunto es lo que genera mayores índices de igualdad", explicó Nadal. "El PSOE quiere empezar por el final, trata de mejorar rentas y aumentar el gasto público y lo que va a producir es un ciclo de endeudamiento, más costes y pérdida de competitividad, y eso es meterse de nuevo en una crisis", añadió.

Para mejorar la competitividad, Nadal señaló que se debe seguir apostando por "la receta española", continuando con las reformas estructurales, que consisten "en cambiar los incentivos" para favorecer a los sectores más abiertos y "acabar o atenuar los chollos". Y destacó que las mejoras obtenidas permitirán en la próxima legislatura tener capacidad para invertir en innovación y educación (FP dual) y en reducir los impuestos a la contratación. Para todo ello, insistió, "es necesario un gobierno estable, creíble y que no dé bandazos".