Los mítines de la nueva política son exactamente lo mismo que los de la de la vieja: material feble y voluntades gregarias en busca de reafirmación. Se respiraba ambiente chill out y algo remoto como de película de Isabel Coixet en la sala principal del Palacio de Congresos de Oviedo, que recibió al tour naranja sin su gran timonel pero con la pubilla al frente de la nave centrista. La memoria de Ciudadanos reside en la Transición, en el influjo de Adolfo Suárez y las estrofas de "Libertad sin ira", otra prueba de que la famosa nueva política, cuento chino como cualquier otro, transcurre por caminos ya trillados.
Sin embargo, Nicanor García, sesentez, portavoz en la Junta General y miembro del Coro Minero de Turón, subió al escenario con el baile de San Vito en el cuerpo para trazar la supuesta línea divisoria entre lo viejo y lo nuevo. Ignacio Prendes, canónico, habló de las Cortes de Cádiz, del miedo y la mentira que han perseguido durante esta campaña a Ciudadanos, y animó a contrarrestarlo con la fuerza de los votos.
Con la melena al viento, ligera, aterrizó Inés Arrimadas, la pubilla, para demostrar que si en algo se distingue su partido del resto es en la educación, los buenos modales. Ni izquierda, ni derecha, adelante, un dos, tres, ése es el lema. Parece aquel baile de antes de la Transición llamado la yenka pero se entiende por las formas, las maneras. Otra vez, Adolfo Suárez.
Votar con ilusión. El eslogan de la campaña estuvo presente en todo momento. Significa lo contrario que hacerlo con la nariz tapada. Observen porque las que siguen son algunas de las ideas del partido distinto que promete un futuro diferente para los españoles. Consenso. Corazón y cabeza, se puede actuar sin traicionar a ninguno de los dos. Regenerados y, a la vez, sensatos: es decir, el cambio es posible sin perder de vista las cuentas. Constructivos: los viejos partidos se pelean entre sí, criticar no significa descalificar al contrario. El contrario es el adversario, no el enemigo. Centro. Nuevamente, Adolfo Suárez. Cambio de ciclo. Experiencia profesional: Ciudadanos no la tiene, por ejemplo, para meter la mano en la caja, pero sí dispone de personas en sus filas que sabrán gestionar los recursos porque ya lo han hecho en ámbitos de la empresa privada. Ecuanimidad: en la vieja política no todo es malo, también hay cosas buenas. Lo que pasa es que las malas son muchas más y tapan a la buenas, según cree Inés Arrimadas.
Una hora después de haber comenzado todo, Arrimadas dirigió sus primeros dardos a Pablo Iglesias. "No puede ser presidente de España una persona que quiere montar un artilugio para separar el país". Las tensiones territoriales sólo serán superadas si España la preside un catalán llamado...... ...... Cubra la línea de puntos.
El gran timonel y guía del partido, ausente por funerales de Estado, dirigió unas palabras desde la misma pantalla en la que minutos antes se había proyectado someramente el devenir de España, desde la ilusionante Transición a Rodríguez Zapatero, culminando en Rajoy. Nicanor González recordó que Rivera debía una a los asturianos. Inés Arrimadas, al quite, aseguró que vendría como presidente del Gobierno de España.
Mitin chill out, relajante, pero mitin, a fin de cuentas. Buenas formas, mejores modales. Ciudadanos, como ya dijo Rivera, pretende reventar las urnas para demostrar a los españoles que es un partido diferente, capaz de lograr el consenso nacional. "Los partidos nuevos no podemos defraudar a la gente", recalcó la joven dirigente catalana de Jerez de la Frontera. Para ella sólo existe una oportunidad de demostrar que son distintos. Una ilusión modestamente ilusoria.
Arrimadas explicó que había llegado a la política por un flechazo un sábado por la mañana que no tenía otra cosa que hacer y la llevaron a ver a Albert Rivera, en vez de al zoo. ¿Imaginen con quién se hubiera encontrado allí? Esta vez no disponen para cubrirla de la línea de puntos. Lo siento.
