Lisístrata Suárez tiene para sí que le pusieron el nombre "con toda la intención". La número tres de Podemos en la lista al Senado por Asturias, que se llama como la heroína de comedia de Aristófanes que persiguió la paz a través de rebelión pasiva de las mujeres, confirmará que sí, que "salí guerreruca", con "toda la conciencia feminista", y que si ahora está en esta carrera es en parte porque "los recortes están haciendo retroceder a pasos agigantados los derechos de las mujeres". Ovetense, primeriza en elecciones, ha venido a tratar de "ventilar" la Cámara Alta, "cementerio de elefantes de ambiente penoso", y, ya que no habrá consenso para cerrarlo, a convertirlo "en cámara real de representación territorial".

Se ha presentado como una víctima de lo más crudo de la crisis, en paro desde que en 2012 dejó de poder ejercer su profesión de técnica superior en actividades físicas, y sitúa su paso al frente hacia el interior de la política activa en la plaza de la Catedral de Oviedo, en una tarde de abril de 2014. Lisístrata llevaba años de activismo en movimientos sociales cuando Emilio León, hoy portavoz en la Junta, le sugirió intervenir en nombre del colectivo de "Mujeres del carbón" "delante de Pablo Iglesias" en el acto central de la campaña de las Europeas. Ya le gustaba la música del proyecto, ya había participado en el 15M, pasó al consejo de Podemos en Oviedo y de allí a este debut hacia el Senado. Mirando a la campaña, Suárez niega la mayor sobre la moderación progresiva del discurso de su partido y fundamenta su optimismo no tanto en el "llenazo" del mitin del martes sin Pablo Iglesias como en las "caras de gente que se emociona y tiene ganas de cambio".

¿Que si Podemos ha templado el mensaje? "A medida que se ha ido aglutinando gente al proyecto", responde, "ha habido que llegar a acuerdos y probablemente haya que ser menos estrictos con los planteamientos iniciales". "Puede que haya iniciativas que pudieron parecer radicales y ahora ya no, pero también hay otras que también lo parecían y otros partidos las han integrado en sus proyectos". Aunque haya evolucionado, remata, "Podemos sigue siendo una movilización ciudadana que pretende ser altavoz de los problemas de la sociedad". "Aunque podamos tener nuestras contradicciones, aquí se aglutina aún un montón de luchas sociales, sobre todo es un movimiento social". Además de una oportunidad de reafirmación feminista, ella busca ahí un lugar para los problemas que han "enterrado" parte del futuro de Asturias: "Van camino de acabar con la ganadería, la agricultura, la pesca, la industria. Necesitamos relanzar la economía y para conseguirlo me parecen interesantes nuestras iniciativas para aliviar a las pymes, la renta básica o la subida del salario mínimo? Pequeñas ayudas para que esto se recupere".