Serio, pero no adusto (y cuando está cabreado, lo disimula mal), el secretario general del PSOE asturiano, Javier Fernández, acaparó ayer todo el protagonismo en la noche electoral de la sede de la FSA. La ausencia de la candidata, Adriana Lastra, que decidió pasar las horas de recuento junto a Pedro Sánchez en Madrid, dejó claro que la guerra se jugaba en otro sitio.