Las monjas de la residencia de ancianos Fundación Camila Beceña, de Cangas de Onís, terminaron la jornada electoral declarando ante la juez por haber forzado, supuestamente, el voto de los asilados a su cargo. La denuncia partió del secretario general de Podemos y concejal en Cangas José Carbonell García, que presentó un escrito ante la Junta Electoral de zona asegurando que los ancianos habían sido trasladados al colegio electoral en autobús, y que una monja les iba entregando los sobres cerrados con la papeleta ya en su interior. Tras recibir la denuncia, la juez llamó a declarar a otro representante de Podemos, a dos del PSOE y a otro de IU, que estaban como apoderados en el colegio electoral, y también tomó declaración a las religiosas, que gestionan la residencia que la pasada semana visitó el presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP, Mariano Rajoy, durante su parada en Asturias. Las religiosas, de la orden franciscana de la Madre del Divino Pastor, defendieron ante la juez que no habían cometido ninguna irregularidad, ya que los residentes habían elegido libremente los votos, que fueron preparados en la residencia por comodidad. Manifestaron además que utilizaron un minibús para acudir al colegio electoral porque muchos de los residentes tienen problemas de movilidad y para facilitarles que ejercieran su derecho al voto.