Cuando el debate llegó al punto en el que las tres candidatas y el candidato debían escoger pareja de pactos poselectorales, ya las distancias habían quedado tan marcadas que era fácil saber por dónde iría cada uno. Básicamente, por el mismo sendero que les ha traído hasta aquí. Los cabezas de lista al Congreso por Asturias asentaron ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA las mismas posiciones respecto a la búsqueda de acuerdos con las que sus partidos han evitado la formación de gobierno en los últimos seis meses. La socialista Adriana Lastra desactivó de entrada el gran mantra de los pactos del PP diciendo "no a la gran coalición", que a su juicio "no sería ni grande ni coalición", y dejó bien delimitado el enorme espacio que separa a su partido del PP. La discusión, de ahí hacia arriba, fue poniendo en evidencia la soledad que vuelve a aquejar a los populares en el camino revirado de los pactos.

Y mientras la aspirante del partido en el gobierno, Susana López Ares, repetía varias veces aquella apuesta suya por "un gobierno moderado y estable", y por un ejercicio colectivo "de generosidad", miraba a la vez a Ciudadanos y al PSOE. Pero el PSOE repetía que "no" y el candidato de la formación naranja, Ignacio Prendes, dijo muy significativamente en un momento del cónclave que su planteamiento de partida sería "reiterar lo que hicimos", entendiendo por ello la perseverancia sobre dos ideas fuerza "que salieron del 20-D y van a salir del 26-J: cambio y diálogo".

Todos de acuerdo en la necesidad de ponerse de acuerdo, despejaron sin embargo muy pocas de las muchísimas dudas que se han abierto a lo largo de este medio año sobre el cómo y el con quiénes. Sofía Castañón, cabeza de lista de Unidos Podemos, añadió a la soledad del PP un poco de censura sobre la actitud de "insumisión" de un gobierno en funciones que en esta legislatura ultrabreve "rara vez ha comparecido" y no ha dado, aseguró, "mucha sensación de trabajar".

Algunos dijeron expresamente que lo más probable es que cambie poco. "La oferta va a seguir siendo la misma", apuntó Susana López Ares después de que PSOE y Ciudadanos, y Lastra con más contundencia que Prendes, asegurasen que también la respuesta de sus grupos va a ser poco menos que similar.

La llamada colectiva al diálogo hizo al diputado de Ciudadanos levantar su discurso en el apartado de los pactos sobre una oferta de abdicar de los nombres y negociar sobre propuestas que se llevó el reproche de López Ares. Trajo Prendes al debate el "pacto antisillones" que ha propuesto el líder de su partido, Albert Rivera, y la aspirante popular le replicó que "vosotros no ponéis nombres, queréis quitarlos", en referencia sin cita expresa a la herida abierta por la supuesta intención de Ciudadanos de condicionar un hipotético apoyo al PP a una retirada de Mariano Rajoy. Prendes ofreció "cambio y diálogo" como recetas para después del 26-J, y planteó dialogar sobre el cambio con quien quiera "rescatar a la clase media trabajadora, combatir la corrupción" o defender la unidad de España. Dejó sobre aquello de los sillones un recado que dice que "nos preocupan muy poco los líderes de los partidos que se presentan a las elecciones" y otro mensaje que ve "muy peligroso hacer discursos de división y extremismos, de 'o yo o el caos'", de "jugar a dividir a la sociedad española entre rojos y azules, entre buenos y malos".

El caso es que las "líneas rojas" de la negociación, tal y como fueron pronunciadas ayer, no difieren demasiado en cuanto a los enunciados. Susana López Ares trazó las del trabajo por "el empleo de calidad" o la "defensa del estado de bienestar y del papel de España en la UE" -al menos dos de tres se parecían mucho a las pronunciadas por Adriana Lastra- y dijo no entender bien "qué significa eso del cambio" que ayer escuchó varias veces de boca de sus colegas de mesa.

Adriana Lastra quiso explicárselo a su manera, no sin antes recordar que "Mariano Rajoy dijo que no podía apoyar el pacto entre el PSOE y Ciudadanos porque suponía una enmienda a la totalidad de la política del PP. Pero es que cualquier acuerdo al que se llegue será eso", añadió, pensando en "la derogación de la reforma laboral, la suscripción de un gran pacto educativo" y un extenso etcétera que explica por qué la respuesta de su partido, por si no había quedado claro, vuelve a ser que no. Para empezar a hablar, afirma la cabeza de lista socialista, "los principios que no nos vamos a saltar" son unos cuantos que recuerdan al pacto del PSOE con Ciudadanos. Citó, entre otros, los que dicen "sí a una reforma fiscal progresiva y justa y no a los recortes en el estado de bienestar; sí a la garantía de unas pensiones dignas, a la universalización de la Sanidad o a la lucha contra el fraude fiscal; sí a la reforma constitucional y no a la independencia de Cataluña ni a un referéndum sobre ella".

La primera de la candidatura de Unidos Podemos por Asturias, Sofía Castañón, desvió el debate sobre el futuro del escenario de los pactos hacia algunas de las bases de la propuesta programática de la coalición de izquierdas. Planteó como su "única línea roja" el combate contra la corrupción y emplazó a los otros partidos a "demostrar que escuchan a la calle cuando se manifiesta. Quienes estén con eso estarán con nosotros", aseguró la aspirante después de situarse también del lado de "quienes entiendan que es la sociedad civil la que debe tomar las decisiones, o que la agenda política sí la pueden marcar las personas y los colectivos sociales".