El PP llama al voto seguro y a frenar a los "radicales". Eso serán los dos ejes de su campaña, según quedó en evidencia en los mensajes del primer día. Con el voto seguro quiere disuadir a quienes apoyan a Ciudadanos, partido al que reprochan que apoye lo que sus votantes no quieren, en alusión al PSOE. La papeleta del PP servirá también para frenar el ascenso de la izquierda, después de que el sondeo electoral del CIS anticipara que en el próximo Congreso puede darse una amplia mayoría con la suma de Unidos Podemos y los socialistas.

Desde el PP se cuestiona la atribución de escaños a Unidos Podemos que hace la encuesta. El CIS hace que recaigan en favor de la coalición muchos de los "restos", con los que se otorga en cada circunscripción el último diputado, que según sus datos internos podría corresponderles a ellos.

Rajoy defendió ayer en Torrevieja, Alicante, que "lo más útil para evitar el extremismo y la radicalidad" es votar al PP. "Hay que desconfiar de aquellos que apoyan lo que sus electores no querían que apoyasen", alertó Rajoy en referencia a Ciudadanos, para rematar que votar a su partido es "saber a qué atenerse".

El vicesecretario de Acción Sectorial del PP, Javier Maroto, llamó ayer a agrupar el voto moderado en torno al PP, porque el PSOE "ya no es alternativa" y apoyar a Ciudadanos es "no sumar".

El portavoz del PP en el Congreso y candidato por Almería, Rafael Hernando, diagnostica que la estrategia de los socialistas "sólo ha servido para fomentar el extremismo y la radicalidad". Por ello, advierte que si su partido no obtiene "una mayoría suficiente que impida un gobierno de Podemos" la alternativa sería "el extremismo comunista".

En el mismo arco de posibles alternativas de gobierno se sitúa el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, quien considera ni Rajoy ni Iglesias representan a la España de las "oportunidades" que se abre por delante.

Rivera viajó ayer a Albacete, circunscripción en la que el CIS anticipa que Ciudadanos perdería el escaño que consiguió en diciembre en favor de Unidos Podemos. Se quedaría también sin el diputado que tiene en Guadalajara.

Rivera restó importancia a lo que considera oscilaciones demoscópicas para constatar que el suyo es un partido "consolidado", que aporta al tablero político una opción "de centro, moderado y progresista". El líder de Ciudadanos se resiste a confirmar si con su abstención facilitaría un Ejecutivo encabezado por Rajoy porque, dijo, lo que quiere es "un cambio de gobierno y de personas para que la gente se vuelva a ilusionar". Tras visitar una empresa tecnológica, Rivera se dio ayer un gran baño de seguidores durante el paseo por el centro de Albacete. Escuchó piropos sobre "lo guapo que es en persona", pero también le lanzaron un huevo, que no llegó a impactar en el candidato.