En el año 2006 comenzaba a vislumbrarse el batacazo económico que nos iba a salpicar de estiércol (una década después, muchos siguen debajo de la ducha marrón). Mariano Rajoy ya practicaba su juego de tiki-taka, pase corto y nada de movimientos bruscos hasta adormecer al rival. Aspiraba a ser presidente del Gobierno pero aún le quedaban algunos años como líder de la oposición.

En julio de aquel año Rajoy visitó Ribadesella, paseó por el puerto, se tomó un café con hielo en un bar de la localidad y firmó en el libro de honor del Ayuntamiento. Se hizo muchas fotos pero una muy especial. Al opositor Mariano Rajoy alguien le puso un bebé en brazos y el político gallego posó con el niño.

-¿Cómo se llama?

-Se llama Pelayo y tiene menos de un mes.

16 de junio de 2016. O sea, ayer. Un padre y su hijo, ambos vestidos de rojo, se acercan al presidente del Gobierno en la ganadería Carbayeda donde Rajoy tuvo su acto central de campaña en Asturias. El niño tiene diez años, cumplidos el martes y era el bebé con el que Mariano Rajoy se había fotografiado en Ribadesella.

La historia se la explicó al Presidente el padre de Pelayo, Javier Suárez, que iba con la foto que hace diez años alguien le hizo del encuentro en Ribadesella. Y nueva foto de Rajoy y Pelayo juntos.

"Somos afiliados del PP de toda la vida", explicaba Javier Suárez a este periódico. "Me acuerdo que cuando en 2006 Mariano Rajoy me preguntó cómo se llamaba mi hijo y yo le contesté que Pelayo, le dije que él también iba a ser como Pelayo y que reconquistaría España. Rajoy se puso a reír". Pelayo, con un trozo de empanada en la mano, tiene las cosas muy claras.

-Y tú, ¿qué quieres ser de mayor?

-Yo, político.

Los años no pasan en balde. El Rajoy de 2006 apenas peinaba canas. El poder también desgasta aunque el ritmo no haya cambiado. Paula tiene 9 años, nació con Rajoy en la oposición y ayer fue una de las estrellas de la mañana.

Paula pone nombre a muchas de las reses que nacen en la ganadería familiar y es hija del ganadero José Luis Fernández, anfitrión del presidente, dueño de 192 cabezas de ganado vacuno y productor de un millón de kilos de leche al año. Admira a Rajoy y, dicen sus allegados, que también a Bertín Osborne.

José Luis, 43 años, echa cuentas todos los días. El robot ordeñador que tanto gustó a Rajoy costó 157.000 euros "más la obra civil, más la nave". Es de fabricación sueca, vino a instalarlo una empresa especializada, Agrolaval, y tarda seis minutos y medio por vaca.

"La experiencia de esta mañana es inolvidable", decía después de la marabunta y los nervios. Su padre, Ángel, fue el que en 1987 puso a funcionar la ganadería de forma industrial. Su madre Isabel fue la encargada de preparar el pincheo casero arrasado en pocos minutos por la concurrencia.

Otra estrella, esta vez de cuatro patas, se llama Saga y es la vaca ganadora del casting y elegida para enseñar de forma individual a Mariano Rajoy. El animal -la vaca- tiene seis años y una producción actual de 64 litros diarios.

-¿Cómo se enteró que todo un presidente venía de visita?

-Nos enteramos el domingo. En la feria de San Antonio, en Gijón. Me lo dijeron y yo contesté: a hacer bromas a otra parte. Pero no era broma, el lunes por la mañana los tenía aquí viendo las instalaciones.