El cabeza de lista al Congreso de Ciudadanos por Asturias, Ignacio Prendes, expuso ayer los postulados de su partido sobre la reforma de la Constitución mandando por delante la convicción de que "no podemos apelar a que no hay consenso para evitar abrir el melón" de la actualización de la Carta Magna. En un debate en Madrid con representantes de las otras tres principales fuerzas contendientes del 26-J, el candidato asturiano abogó por modernizar un texto que en su conjunto está "plenamente vigente", pero que a la vez está pidiendo un maquillaje de "determinados aspectos" sin necesidad de abrir el proceso constituyente que sí abrazan sin cortapisas otras formaciones en sus planteamientos preelectorales.

Prendes arranca desde la certeza de que "la realidad social es distinta a la de 1978", pero se niega a admitir una enmienda a la totalidad. Su idea de la reforma exige "garantizar la soberanía nacional y respetar la pluralidad, porque de no ser así haremos un flaco favor a los principios constitucionales", opina. El candidato de Ciudadanos hizo especial incidencia en la urgencia del consenso y la convicción de que "debemos ponernos de acuerdo en las reformas necesarias porque de no hacerlo crecerá el populismo, lo que me parece peligroso", y remató el argumento con una rotunda línea roja. Las reformas, dijo, "no deben servir para dar satisfacción a los nacionalismos periféricos, porque éstos nunca se van a conformar".

Prendes confrontó sus posturas con las de los candidatos José Luis Ayllón (PP), Gregorio Cámara (PSOE) y Rubén Martínez Dalmau (Unidos Podemos), ante los que defendió el equilibrio entre la necesidad del acuerdo y la convicción de que ciertas obstrucciones no bloqueen el proceso. "No podemos apelar a que no hay consenso para no abrir el melón de las reformas constitucionales", sostiene. Lo más importante de la Constitución actual, afirma el cabeza de lista al Congreso por Asturias es que no es de nadie. "Es de todos y por ello se ha podido vivir el período constitucional más largo", concluye.