Tras un paso fugaz por la Mesa del Congreso está inmerso en su tercera campaña electoral con Ciudadanos en apenas un año. Ignacio Prendes (Gijón, 1965) confía en que los partidos políticos sepan aprobar la gran asignatura pendiente tras el 26-J: "España necesita urgentemente que haya un Gobierno", advierte en vísperas del mitin que comparte hoy con Albert Rivera en Avilés.
-Las encuestas avanzan tendencias similares al 20-D. ¿Habrá cambios para que haya un Gobierno?
-Tiene que haberlos y nosotros estamos convencidos. Espero que las mismas fuerzas no vuelvan a repetir los errores del 20 de diciembre. Más allá de que haya muchos cambios en votos y escaños, lo que tiene que haber es un cambio en actitudes políticas.
-Sin embargo las posiciones de los partidos parecen las mismas a una semana de las elecciones. ¿Demasiadas líneas rojas?
-Hay partidos que apostaron por bloquear la situación e impedir que hubiese un Gobierno y parece que apuestan por seguir en la misma línea. Ciudadanos defiende todo lo contrario: el desbloqueo, que haya Gobierno y un acuerdo. Hay que dejar de hablar de nombres y de sillones y empezar a hablar de reformas y de la solución al paro, a la corrupción y a la crisis institucional.
-Parece muy difícil que con un parlamento tan fragmentado pueda haber algún consenso sobre reformas trascendentales.
-Hay que hacer de la necesidad virtud. Hasta hace bien poco era el bipartidismo el que bloqueó todo cambio porque se sentía muy cómodo al gozar de mayorías. Al romperse ese bipartidismo se abre la posibilidad de acometer cambios y reformas pero hace falta un cambio de comportamientos
-¿Ha pasado España del bipartidismo a un doble bipartidismo, con dos bloques muy marcados?
-No, ha pasado a un escenario de pluralidad con cuatro grandes partidos con los que hay que contar para seguir avanzando. Ciudadanos ha sido capaz de tender puentes a un lado y a otro. Somos la prueba viva de que la política de bloques ya no existe, salvo en la mente de algunos.
-En esta campaña, el PP ha insistido en que Ciudadanos tiene mayor sintonía del PSOE, como si se prolongara el acuerdo para la investidura.
-No. El PP salió desde el minuto uno a convertir a Ciudadanos en su rival y hemos tenido que combatir esa idea, pero no es cierto que estemos más cerca del PSOE que del PP. Ahora bien, si la apuesta del PP es la polarización y borrar el espacio central de la política española resulta evidente que para ellos aparecemos como un obstáculo. La inmensa mayoría de afiliados y votantes del PP está en contra de la corrupción, de que se supriman los aforamientos y quiere que los imputados dejen de condicionar la política en este país.
-¿Cómo llevan convertirse en el blanco de las críticas de Rajoy?
-Es evidente que molestamos. Los cambios importantes en este país se han producido cuando había un espacio central, políticamente relevante y con capacidad de influencia política. Si Ciudadanos tiene capacidad e influencia política será la garantía de que habrá Gobierno y cambio. Nadie quiere tener un Presidente que aparece en los papeles de la financiación ilegal del PP o que se envía SMS afectuosos con un corrupto como Bárcenas.
-¿Si Rajoy se echase a un lado sería más fuerzo llegar a un acuerdo de gobernabilidad con el PP?
-Para nosotros lo importante son las políticas, no los nombres. Para el nuevo tiempo de la política Rajoy no es la figura más adecuada, pero Ciudadanos no le va a hacer las primarias al PP y ellos tendrán que saber quién es la persona que va a encabezar ese nuevo tiempo.
-¿Cómo se ve la política asturiana desde la Mesa del Congreso?
-La veo aquejada de un inmovilismo letal. Si en algún sitio no ha habido renovación en los mensajes políticos, y en los nombres, es en Asturias. Hay un presidente del Principado a la espera de acontecimientos que sólo sabe tender la mano a aquellos que se la han mordido reiteradamente pero sin capacidad ni flexibilidad para buscar otros acuerdos y desatascar la situación de Asturias, que me parece peligrosísima.
-¿Se ve circulando en la próxima legislatura por la Variante o llegando en AVE a Gijón?
-Debería de poder llegar pero al ritmo al que vamos , desde luego que no. Si los responsables siguen siendo los mismos que no quieren ni dar explicaciones de cómo se encuentra, no lo conseguiremos.
-¿Minería, punto final o punto y seguido?
-Si depende del PP es punto final. Si el PSOE sigue empeñado en propuestas que van en la línea contraria a la Unión Europea, en el que la bonificación fiscal al carbón no tiene cabida, también será el punto final. Si somos capaces de entender que la apuesta debe ser por unas minas rentables económicamente y sostenibles ambientalmente puede ser el punto y seguido.
-Una de las pocas novedades de estas elecciones es Unidos Podemos. ¿Qué le parece esta nueva coalición?
-Estamos ante el crecimiento de una fuerza fundamentalmente populista. Una amalgama de los viejos partidos de la extrema izquierda con nuevas fuerzas populistas que han surgido en toda Europa por la crisis. En España está tomando un papel importante porque no hemos sido capaces de hacer frente a la crisis económica e institucional en la que llevamos años instalados. Estas propuestas son un peligro: ahí está el ejemplo de Grecia, que debería servirnos de escarmiento porque acaban dividiendo a la sociedad.
-¿Ve peligro de radicalización en España?
-Unidos Podemos tiene el valor de llevar a las instituciones lo que antes estaba exclusivamente en la calle. Tratan de capitalizar la insatisfacción social. Esos debates hay que combatirlos con propuestas reales, reformas y cambios, no con meras descalificaciones. Podemos hace de la división de la sociedad su mecanismo de crecimiento entre buenos y malos. Es un peligro para el futuro.
-Ustedes llegaron a un acuerdo con el PSOE en marzo. ¿Temen que ahora pueda pactar con la nueva coalición de la izquierda?
-El PSOE tendrá que decidir entre mirar a Grecia o mirar a Alemania, si quiere ser un partido socialdemócrata moderno, de corte norte europeo o prefiere jugar a seguir inflando el globo del populismo. Ciudadanos con ese pacto consiguió que el PSOE mirase el centro y apostase por una tercera vía, próxima a los pactos que pueden existir en Alemania o en otros países de Europa, donde los socialdemócratas son capaces de alcanzar acuerdos con fuerzas liberales.
-¿Es clave la posición sobre Cataluña para aproximar al PSOE a Ciudadanos y alejarle de Podemos?
-En el acuerdo había un apartado específico que rechazaba los referendos separatistas y el derecho a decidir en toda España. Pero no sé si es un punto que comparte todo el PSOE. El problema de los socialistas es que hay quienes apuestan por mantener la unidad pero hay otros que reivindican el derecho a decidir. Esa doble alma demuestra que el PSOE no tiene un modelo territorial definido.
