La última y definitiva semana antes de 26-J es la de la caza de los electores indecisos y para la que se reservan las estrategias más feroces. El PP redoblará las críticas contra Ciudadanos para evitar votantes despistados; el PSOE impulsará sus andanadas contra Podemos y aprovechará el viento a la contra de las encuestas para movilizar hasta la última de sus posibles papeletas; Unidos Podemos redoblará el mensaje de que solo un diputado puede cambiar la balanza del futuro de España y ese puede ser un escaño asturiano, y Ciudadanos tratará de resaltar un perfil dialogante para atraer a votantes desencantados tanto del PSOE como del Partido Popular. Es la semana del todo o nada. Muchos votos se deciden en el último minuto y por sensaciones: a ellas apelarán ahora los partidos.
"Hay que movilizar a los que se han abstenido y a aquellos electores de centro derecha que votaron a otras opciones que terminaron en brazos de Pedro Sánchez", explica Luis Venta, jefe de campaña del PP. A los populares les queda "mucha calle y mucho pueblo": "Nos encontramos con gente que expresa su miedo 'a que lleguen los comunistas' y desencantados con las operaciones de Ciudadanos", afirma.
Jesús Gutiérrez, responsable de la campaña del PSOE cree que no debe quedar piedra sin levantar en la que pueda haber un votante socialista desmotivado. "Percibimos que socialistas 'durmientes' están movilizados ante el riesgo de que seamos tercera fuerza", explica Gutiérrez. ¿Y en la recámara? "Intensificar la presión a Unidos Podemos, que casi es un 'quid pro quo'", admite. Hay dos millones de votos pendientes de decidir. Y asegura: "La mayor parte o son del PP o del PSOE".
Desde Unidos Podemos habrá respuesta. "El último gran eje tiene que ver muy directamente con la política asturiana", admite Julio César Iglesias, director de campaña de Podemos. "Lamentamos que la FSA de Javier Fernández apostase en diciembre por la alianza con Ciudadanos, frente al gobierno a la valenciana demandado por Pablo Iglesias; como también lamentamos que rechazasen la propuesta de acudir en confluencia al Senado. De haber aceptado podríamos vencer en la Cámara alta", afirma Iglesias. Para Unidos Podemos es relevante que "Areces pierda el aforamiento; no haría más que simbolizar la derrota de los de siempre".
Pedro Herrero, director de campaña de Ciudadanos, explica que su partido se alejará de descalificaciones para reforzar la idea de "regeneración y reformas". "El PP y Podemos han polarizado la campaña: nosotros queremos dar imagen de que hay soluciones y otros modos sin líneas rojas".
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