-¿Qué le parece que Pedro Sánchez y Albert Rivera hayan descartado taxativamente que no darán paso, ni siquiera con la abstención, a su investidura?
-Sorprende que ambos hablen de que se acabaron los vetos y mantengan el veto al que ya sometieron, no solo a mi persona, sino a los más de siete millones de españoles que votaron al PP el pasado 20 de diciembre. Sus declaraciones, su actuación en el debate a cuatro, y la falta de críticas mutuas entre ambos? Son muchos los factores que nos invitan a pensar que el acuerdo que suscribieron en febrero, que solo redunda en su propio beneficio, sigue vigente, y que la verdadera pinza en estas elecciones es la que forman el señor Sánchez y el señor Rivera. Espero que, tras las elecciones del domingo, estén dispuestos a actuar con responsabilidad y a buscar los puntos de acuerdo en lugar de poner por delante las discrepancias, los vetos y las líneas rojas, como han hecho estos últimos meses.
-¿Qué valoración le merece que Ciudadanos exija su marcha como condición necesaria para negociar con el PP?
-Estoy abierto al diálogo y a los acuerdos, pero sin exclusiones, y mucho menos de carácter personal. Lo que resulta asombroso, y poco democrático, es que un partido le imponga el candidato a otro que le triplica en escaños, o que se pretenda excluir al candidato que resulta ser el más votado por los españoles con amplia diferencia sobre cualquier otro. Resulta llamativo que el señor Rivera hable de no poner las sillas por delante a la hora de pactar y lo primero que exija sea quitarle la silla al candidato del partido al que todas las encuestas atribuyen un mayor apoyo.
-¿Qué losa le pesa más al PP, los procesos judiciales por corrupción o los casi cuatro millones de parados de España?
-Es difícil saber qué es lo que más pesa en cada votante a la hora de decidir a quién vota. Indudablemente, la corrupción, aunque es un mal que afecta a todos los partidos y pese a que somos el Gobierno que más medidas anticorrupción ha aprobado -por cierto, con el voto en contra del PSOE- nos ha pesado. En cuanto al desempleo, yo creo que los españoles valoran lo mucho que se ha hecho en estos últimos cuatro años, las medidas que se han puesto en marcha y que han permitido a España evitar el rescate, salir de la recesión, volver a crecer y crear un millón de empleos en el último año. España ha recuperado ya 1,5 millones de los empleos destruidos por la crisis y se está reduciendo el desempleo como nunca. Queda mucho por hacer, pero la tendencia de los últimos dos años nos indica que estamos en el buen camino y que España no debe dar marcha atrás.
