A Unidos Podemos le dieron duro no tanto los resultados electorales como las expectativas que se habían creado. Anoche, en un conocido local hostelero de la noche ovetense, donde la coalición se había dado cita, el secretario general de Podemos, Dani Ripa, inició sorprendentemente su intervención con esta frase: "Ciudadanos provocó un adelanto electoral y pagó un alto precio". Nadie entendió muy bien ese mensaje fuerza, así a las primeras de cambio.

En el estrado, veinte personas pertenecientes a las tres fuerzas políticas: IU, Podemos y Ecquo. "Seguimos siendo la principal fuerza del cambio en Asturias", proclamó Ripa. El número tres de la lista al Congreso, Manuel González Orviz (IU), animó "a seguir luchando por este proyecto" porque "el objetivo sigue estando ahí".

No fue una noche de alegrías aunque la número uno en la lista por Asturias, Sofía Castañón, no perdió la sonrisa. "Los resultados no nos van a permitir un Gobierno que responda a la necesidad de cambio". Castañón valoró que en Asturias "seguimos siendo segunda fuerza en las principales ciudades" y pidió "hacer autocrítica" y "ponerse a trabajar mañana mismo" después de "reflexionar" y de "tomar nota del recado" de los electores.

Castañón, Orviz y Ripa fueron los tres a los que ayer les tocó dar la cara. Junto a ellos o en las primeras filas, entre los informadores, la práctica totalidad de los cargos públicos regionales de las dos formaciones, que habían seguido la evolución del escrutinio a través de una pantalla en la terraza del pub. La primera en llegar, la vicealcaldesa ovetense Ana Taboada. Después lo hizo la propia Sofía Castañón. Y más tarde, la comitiva de Izquierda Unida. Desde distintas perspectivas ideológicas, la conclusión era sin embargo la misma: Podemos e IU sumaron, pero no tanto como la suma de ambos por separado el pasado 20 de diciembre. Hubo un porcentaje de ese potencial electorado que se quedó en casa, respondiendo así negativamente a la coalición. "Más desertores en Izquierda Unida", apuntaban en un corrillo de jóvenes de Podemos. "Funcionó el mensaje del miedo", decían en una mesa de IU.

A las nueve y media de la noche el PSOE asturiano consolidó una ventaja de alrededor de 6.000 votos respecto a Unidos Podemos, y ahí se agotaron las esperanzas en el pub ovetense donde corrió la cerveza más como bálsamo que como brindis.

"Es cuestión de tiempo, de plazos y calendario", dijo un viejo militante de IU, que sabe esperar con mejor talante que los jóvenes políticos emergentes. Toca echar un vistazo a la estrategia.