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Diputadas asturianas lejos de casa

Margarita Robles, Irene Rivera y Sara Carreño, tres generaciones de políticas que acaban de conseguir escaño en el Congreso por tres partidos diferentes

Diputadas asturianas lejos de casa

Aseguraba semanas atrás la diputada del PSOE, número 2 por Madrid, Margarita Robles Fernández, que se siente "la más ovetense del mundo". Ella nació en León, pero sus raíces familiares se hunden en el corazón de Asturias.

Robles fue uno de los grandes fichajes estrella en las candidaturas que concurrieron el domingo a esta especie de segunda vuelta electoral. La marcha de Irene Lozano, que acabó por renunciar ante el propio eco amistoso que encontró en el PSOE, fue suplida por Pedro Sánchez con esta mujer, nieta, hija y hermana de asturianos, que tiene un currículo como para quitarse el sombrero media docena de veces.

La primera mujer que presidió una Audiencia en España, la tercera que llegó al Tribunal Supremo. A los 23 años ya era juez. Es vocal del Consejo General del Poder Judicial y fue secretaria de Estado de Interior.

El abuelo de Margarita Robles, fallecido en 1941, era mozo de estación ferroviaria en Oviedo, "una institución en la ciudad", declara su nieta diputada. Manuel Fernández Iglesias era apodado "El Manducu". Gorra y chaquetilla azul para aquella plantilla de hombres con carretilla y buenos brazos que en realidad vivían de las propinas. Eran otros tiempos.

La abuela materna de Margarita Robles era de Villaviciosa. Su madre, también llamada Margarita, nació en Oviedo. Su padre era de Mansilla de las Mulas, y en León nació ella en 1957. La abogacía, profesión paterna, marcó el destino de esta mujer, que entiende la política como la lucha sin cuartel contra las desigualdades.

Volando con Rivera

Irene Rivera Andrés comparte con Albert Rivera mucho más que el apellido. Esta mierense nacida en noviembre de 1969 (tiene 46 años) dejó Asturias y su casa paterna a los 17 para estudiar Ciencias Físicas, y acaba de ser reelegida como diputada por Málaga en la lista de Ciudadanos.

Su biografía no tiene desperdicio, como se puede comprobar. Es funcionaria del Cuerpo Superior de Sistemas del Estado y piloto de helicóptero en la Dirección General de Tráfico. Entre Asturias, Málaga y Madrid ha transcurrido buena parte de su existencia, pero ha vivido también en Italia, en Suiza y en los Estados Unidos.

Se afilió a Ciudadanos hace muy poco tiempo, en el mes de octubre de 2013, y no perdió el tiempo ni un minuto. Poco más de dos años y medio fueron plazo suficiente para ser elegida diputada autonómica en el Parlamento de Andalucía y diputada nacional, en diciembre y ahora. Confiesa que la dialéctica directa y sencilla de Albert Rivera la fascinó desde el minuto uno y tiene un norte en política: "Devolver el protagonismo a la sociedad civil".

Física por pura vocación, piloto de helicóptero porque se le metió en la cabeza, y consiguió su objetivo. La asturiana Irene Rivera Andrés no descarta el idealismo: "Yo sé que se pueden cumplir los sueños", y reconocía recientemente que "a veces la política da más vértigo que volar un helicóptero".

Podemos en La Rioja

Sara Carreño es hija de Alfredo Carreño, exsecretario general del PSOE de Oviedo. La tradición familiar y un poco la genética, que todo cuenta, podrían haber situado a Sara en el entorno político socialista, pero ella se apuntó a Podemos, logró en el mes de diciembre su acta de diputada nacional por La Rioja y acaba de revalidarla -que no es poco- en las elecciones del domingo.

Sara Carreño tiene 30 años, es licenciada en Administración y Dirección de Empresas (ADE) y estudia Derecho en la UNED. Representante de una generación a la que le tocó ganarse la vida en países de la Europa comunitaria, en diciembre dio un sorpresón: una diputada de Podemos en una comunidad donde los dos grandes partidos se repartieron siempre y de forma hegemónica la representación institucional.

El movimiento del 15-M la pilló en Roma y allí organizó otra acampada reivindicativa que tuvo éxito y eco. De vuelta a La Rioja, contratada para el servicio de desarrollo de negocio de una clínica de reproducción asistida, en Logroño, ayudó a organizar el Podemos riojano.

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