En los últimos tiempos se ha hablado sobre el tema de los deberes que llevan los estudiantes a casa y el debate está servido. Se discute cuánto tiempo deben ocupar al alumnado e incluso si son necesarios o no. Los docentes, las familias y también las instituciones educativas analizan desde hace tiempo cómo abordar el asunto. Los centros docentes tienen autonomía para acordar una orientación común sobre los deberes o tareas escolares en el hogar que consideren más apropiada. Tendrán como finalidad potenciar la autonomía y responsabilidad del alumnado, reforzar las actividades del aula y mejorar la comunicación con las familias, e implicarán la coordinación de los equipos docentes de cada grupo clase.

Ahora se conoce una nueva investigación, en la que ha colaborado la Universidad de Oviedo, publicada en la revista "Frontiers in Psychology", que concluye que es necesario que el profesorado de Primaria y Secundaria cambie el enfoque de la interacción con los alumnos sobre los deberes realizados en sus casas y se centre en comprobar que cada estudiante los ha entendido correctamente. De no hacerlo así, según el artículo, estas tareas no tendrán un beneficio real y el tiempo dedicado a ellas puede ser tiempo perdido.

El estudio, que se llevó a cabo con la Universidade do Minho (Braga, Portugal), a través de grupos de trabajo con cerca de cincuenta profesores de Primaria y de Secundaria, indica que la costumbre de los docentes es revisar que los deberes se han realizado y escribir en el encerado aquellos ejercicios sobre los que el estudiantado señala que ha tenido dudas. Sin embargo, el personal investigador explica que comprobar que los deberes se han hecho es una condición mínima, pero nunca suficiente, y que además puede resultar incierta, pues no es posible medir el grado de implicación y/o ayuda de las madres y los padres en la tarea. De igual forma, cuando se pregunta a la clase qué dificultades ha habido, solo responderán unas o unos pocos, mientras que la mayoría se quedará con las dudas sin atreverse a expresarlas.

Por otro lado, la investigación, en la que ha participado José Carlos Núñez, catedrático de Psicología de la Universidad de Oviedo, revela que a medida que el alumnado avanza en edad el profesorado le aporta menos 'feedback' sobre los trabajos realizados en casa, al considerar que es más mayor y, por lo tanto, más capaz de actuar de manera autónoma. Sin embargo, José Carlos Núñez señala que "en Secundaria se necesita el mismo 'feedback' que en Primaria, ya que el nivel de exigencia de las tareas crece con la edad del alumnado. Por eso, el 'feedback' del profesor no debe ser inversamente proporcional a la edad del estudiante".

Otra cuestión que se ha puesto de relieve en este artículo es que el profesorado indica que suele dedicar unos 30 minutos, de los 60 que dura la clase, a aportar 'feedback' a sus alumnos o alumnas sobre los deberes realizados, pero, curiosamente, ningún o ninguna docente de Secundaria, y muy pocos o pocas de Primaria, cree que esto pueda tener algún efecto positivo sobre el aprendizaje y el rendimiento de su alumnado.

De igual manera, José Carlos Núñez subraya que "los dos tipos de 'feedback' sobre los deberes que el personal docente indica que realiza con mayor frecuencia en ambos niveles escolares (es decir, revisar si se han hecho las tareas y verificar las tareas en el encerado) están más relacionados con modelos tradicionales de instrucción ('maestros que monitorean el aprendizaje de los estudiantes') que con modelos más actuales donde los estudiantes monitoreen su propio aprendizaje". Según los autores y autoras de este trabajo, esto puede sugerir o bien que los maestros no son conscientes de la importancia de su 'feedback' sobre las tareas, o deberes, para promover las competencias y autonomía de sus estudiantes, o bien que carecen del conocimiento necesario para llevar a cabo una instrucción basada en modelos de aprendizaje autorregulado.

El estudio exploró las concepciones de los profesores de matemáticas sobre la retroalimentación de los deberes enfocándose en cuatro aspectos clave: definición, propósito, tipos e impacto percibido. Cuarenta y siete maestros de matemáticas, con una experiencia de entre 13 y 38 años, de escuelas primarias e intermedias, participaron en seis grupos de trabajo.